@Noudiari / Michaella McCollum Connolly y Melissa Reid, las dos jóvenes británicas que fueron arrestadas en el aeropuerto internacional de Lima cuando intentaban sacar del país algo más de 11 kilos de cocaína, han sido acusadas formalmente de tráfico de drogas y afrontan una posible pena de entre 8 y 15 años de prisión.
Michaella y Melissa, ambas de 20 años de edad, siguen defendiendo su inocencia y afirman que fueron secuestradas en Ibiza y obligadas a traficar con drogas bajo amenaza de muerte por un grupo de «delincuentes colombianos». Sin embargo, la policía ve «ilógica» dicha historia.
Por ejemplo, el sargento Alberto Arian Barilla, jefe de la unidad de policía de Ibiza encargado de la lucha contra el crimen organizado, señaló hace un par de días a la BBC: «En mi experiencia, no creo que estas dos chicas se vieran obligadas a traficar con drogas porque, sobre todo cuando se va a América del Sur, hay que pasar por varios controles. Tienes varias oportunidades de ir al control de pasaportes y decir lo que está pasando. El policía va a reaccionar, así que no creo que se vieran forzadas».
También, en los últimos días, se ha dudado de la veracidad de su historia, sobre todo cuando varios testigos aseguran que las dos jóvenes se conocieron en Ibiza, en contra de su versión, y que ambas abusaban de las drogas. «Michaella no debe dinero a ningún distribuidor de drogas y no estaba ni está involucrada en el tráfico de drogas», aseguró, por su parte, Petter Madden, abogado de la modelo y bailarina irlandesa, en el Daily Mail.
«Las historias de ambas son muy consistentes, con un montón de detalles y parecen estar diciendo la verdad. Melissa, por ejemplo, nunca había mostrado interés en ir a Perú y, en Ibiza, ya estaba en sus vacaciones de ensueño. Por eso creo que fueron obligadas», afirmó, por su parte, William Reid, padre de Melissa.
Tanto Michaella como Melissa, tras declarar en el Palacio de Justicia, fueron trasladadas a la cárcel de mujeres de Ancón 2, en las afueras de Lima. En caso de que se les niega la libertad bajo fianza, podrían esperar en prisión hasta tres años antes de que se celebre el juicio.