@D.V./ ¿Quién es Miguel Noguera y qué demonios hace? A la primera pregunta se puede responder con facilidad tirando de Wikipedia: nacido en 1979 en Las Palmas de Gran Canaria y criado en Mallorca, es dibujante, showman, monologuista, escritor y performer.
¿Qué hace? Publica libros -‘Hervir un oso’ con Jonathan Millán, ‘Ultraviolencia’, ‘Ser madre hoy’ y ‘Mejor que vivir’- y ofrece sus Ultrashows, espectáculos en los que Noguera se sube a un escenario y explica sus ‘ideas’. Unas ideas que empezó a contar en galerías de arte y museos de arte contemporáneo, para pasar luego a teatros y convertirse en uno de los fenómenos más inclasificables y sorprendentes que le han sucedido al humor en este país en los últimos años.
Se ha dicho de él que es el ‘Ferran Adriá del humor’, que no hace humor sino post-humor, y que su deslumbrante aparición sólo puede ser comparada con la que supuso el advenimiento de Chiquito de la Calzada. Sí, Miguel Noguera es uno de esos artistas raros que tanto gustan a tus amigos gafapastas de la Península, que no se pierden una de lo que sucede en Malasaña o en el moderneo barcelonés.
Sin embargo, el misterio de Miguel Noguera será finalmente revelado para el público pitiuso ya que actuará por primera vez en nuestra isla este domingo: será a partir de las 21 horas, en el Centro Cultural de Can Ventosa y con las entradas al precio módico de 10 euros. Una actuación que llega de la mano de la asociación cultural Mal del Cap, que ya ha realizado su primer servicio a la comunidad acercándonos a uno de los artistas más divertidos e inclasificables de los últimos aos.
Hemos charlado con Miguel Noguera, que ha intentado explicarnos qué hace y porqué lo hace
-Viendo en youtube videos de tus ‘Ultrashows’, uno tiene la sensación de que Miguel Noguera es como un predicador que anuncia su particular visión del mundo.
-Sí, me gusta la imagen del predicador. Yo en la vida normal soy un tipo muy tranquilo, pero en los Ultrashows utilizo una gesticulación y una vehemencia propias de un predicador o un loco que da su visión del mundo. No considero que el Ultrashow sea un espectáculo teatral o escénico, sino que quiero que sea más cercano a un loco que está gritando sus teorías.
-Como los freakies que en los parques aúllan a la luna y gritan sus visiones a quien las quiera escuchar…
-Sí, algo de eso. Me gusta mucho lo del speaker’s corner que hay en el Hyde Park de Londres. Un tipo que se sube a una caja y se pone a gritar. Hay algo muy primario y muy crudo en eso. El tipo que tiene algo que decir a la gente, que tiene un mensaje, y para transmitirlo utiliza el sistema más primario que es el de ponerse a gritar.
-En las ‘ideas’ que aparecen en tus libros encontramos temas recurrentes como, por ejemplo, los modificaciones o alteraciones del cuerpo: caras que aparecen en mejillas, heridas pintadas, carnes que se abren…
-Sí, es cierto que es un tema que se va repitiendo pero yo no tengo ninguna obsesión sobre este tema, ni soy un gourmet de las deformidades, las mutilaciones ni mierdas de esas. Creo que esto es más bien un brutalismo del pensamiento sobre el cuerpo. Es algo más primario y animal. Son sencillamente imágenes, ideas que surgen del tedio del pensamiento.
-También hay otros hilos conductores, como los curas, algunos objetos…
-Ahora tengo muchas ideas relacionadas con puertas. En el próximo libro incluiré la de un tipo que le cede el paso a otro y que luego, cuando va a cruzar él, se cierra la puerta a si mismo. Se queda con la puerta en las narices y se dice… ‘coño, ¿pero que ha pasado? si yo también salía de aquí…’. La idea de un tipo que se cierra la puerta a si mismo.
-Después de ‘Ultraviolencia’ y ‘Ser madre hoy’, has publicado ‘Mejor que vivir’. En ‘Ser madre hoy’ veíamos como las ideas habían crecido hasta convertirse, a veces, en microrelatos. ¿En este libro sigues esta evolución?
-No en absoluto. Más bien lo contrario: he reducido los textos y doy más importancia a los dibujos. Hay más ideas y están formuladas de forma más breve, se acerca a lo que yo hacía hace cinco años. Mi estilo es la anotación y la acotación. No hago literatura… ¡anoto cosas, que no es lo mismo!
-Se dice de tus espectáculos provocan risas pero también incomodidad. Mi impresión es que genera incomodidad porque se basa en los malentendidos y las situaciones embarazosas que se generan a causa de las insuficiencias del lenguaje.
-Es que los lapsus, los juegos de palabras erróneos, las bifurcaciones del sentido, todos los errores que se provocan en el lenguaje y la comunicación son muy interesantes. La deformidad de la expresión y el lenguaje del discurso demente provoca unas barbaridades que me fascinan y creo que tienen un gran valor estético.
-¿Qué nos presentarás este domingo en Ibiza? ¿Preparas algo especial?
-Traeré el espectáculo con el material que estoy girando, que incluye algo de material nuevo y las ideas y temas que explico en los Ultrashows. Una de las ventajas de actuar por primera vez en un sitio es que puedo repetir gags y la gente no se entera (jejeje). La verdad es que no soy de los que improvisan mucho según el lugar donde actúen: llevo mis ideas, algunas de las cuales vienen acompañadas de unas proyecciones y de imágenes, salgo al escenario y lo suelto. Es… bueno… lo que hayo yo… El Ultrashow.
Un cura invertido. Un cura en negativo.
Cuento los minutos para el Ultrashow, madre mía qué ganas!
Cristo mal. Un error de base. Un fallo de concepto.