Amics de la Terra ha denunciado públicamente la presencia de jets ski (motos acuáticas) en los alrededores de la costa protegida de la isla de Tagomago y Pou des Lleó.
Las aguas marinas de Tagomago son Reserva Marina, además de ser, al igual que la zona terrestre, espacio protegido dentro de la Red Natura 2000, explican, y añaden que los propios vecinos de la zona de Pou des Lleó les han alertado del impacto de los jets ski sobre la flora y fauna de los espacios protegidos.
Así, durante las últimas semanas se han visto jets ski que circulan a gran velocidad haciendo círculos cerca a la costa de Tagomago y dentro del ámbito de las áreas protegidas mencionadas. «No se respetan estas zonas, en las que está prohibido que circulen, ni se observa que respeten las distancias que obligan a circular a 200 metros del litoral», lamentan.
El grupo ecologista explica algunos de los impactos de esta actividad, que se centran en cuatro aspectos.
Uno es la turbidez de las aguas poco profundas que provoca esta actividad: «remueven el fondo y los sedimentos, lo que limitará la penetración de la luz y menguará el nivel de oxígeno y el crecimiento de la posidonia, con repercusiones para la vida marina que depende de este hábitat», alertan.
Otro impacto es la contaminación acústica, que no solo afecta a las grandes ballenas y delfines, si no también a las especies de peces y otros seres vivos acuáticos más pequeños. «Los animales dependen del sonido para comunicarse, detectar los depredadores, encontrar comida, aparejarse y alimentarse», recuerdan.
Y no solo afecta a los peces. Los ruidos y los movimientos de las embarcaciones también pueden molestar las poblaciones de aves, sobre todo en época de nidificación, advierten desde Amics de la Terra. Recuerdan que Tagomago es un importante punto de nidificación del Puffinus mauretanicus, ave marina endémica de las Baleares que se reproduce en los islotes y actualmente está en peligro de extinción.
Además, las estelas y el oleaje que producen las embarcaciones, sobre todo cuando circulan a velocidad, contribuyen a la erosión de la línea costera, afectando hábitats de plantas y animales.
El cuarto impacto que señalan es la contaminación de los combustibles y gases de combustión: «Si se producen salpicaduras o se derrama combustible al agua perjudica la fauna y flora marina, potencialmente afectando toda la cadena alimentaria», apuntan.
Por ello, Amics de la Terra reclama al Govern balear más controles en el ámbito de los espacios protegidos de la Red Natura y que imponga sanciones en caso de incumplimientos y/o infracciones.
«El largamente esperado plan de gestión del área marina de Tagomago no puede esperar más. ¡Que se apruebe y que se ponga en marcha ya! Nuestro territorio y la biodiversidad merecen más respeto, consideración y protección», concluyen.