Fadigma Ibiza (la asociación de Familiares por la dignidad de los mayores de Ibiza) convoca este jueves 15 de junio una movilización con motivo del Día mundial de toma de conciencia del abuso y maltrato en la vejez, declarado así por la ONU en 2011.
«Hay que acabar con las situaciones de maltrato y dignificar la vida de las personas mayores que viven en residencias, garantizándoles sus derechos humanos. Ellos, que lo han dado todo por sus conciudadanos, merecen un trato digno», indican desde la asociación.
La concentración se celebrará este jueves 15 de junio a las 19.00 horas, en el paseo de Vara de Rey de Ibiza.
La organización recuerda que la OMS señala el maltrato a las personas mayores «como una de las formas de violencia más ocultas y desconocidas».
Se entiende como maltrato a las personas mayores un acto único o repetido que causa daño o sufrimiento a una persona de edad, o la falta de medidas apropiadas para evitarlo, y que se produce, además, en una relación basada en la confianza.
Este tipo de violencia «constituye una violación de los derechos humanos e incluye el maltrato físico, sexual, psicológico o emocional; la violencia por razones económicas o materiales; el abandono; la negligencia; el menoscabo grave de su dignidad y la falta de respeto», añaden.
Cuando se ingresa en una residencia, «se sigue siendo ciudadano con todos los derechos correspondientes a esa condición» y «se debe garantizar el respeto a los derechos fundamentales de los residentes, a la libertad de movimientos, a la atención médica, a la vida familiar, a la intimidad, a la propia imagen, a la libertad de expresión, el derecho de reunión y de asociación», subrayan.
Según la OMS, las tasas de maltrato a personas mayores son altas en instituciones como residencias de ancianos y centros de atención de larga duración.
Esta asociación explica que se dan formas de maltrato en residencias, como ha pasado en Sa Residència de Ibiza, «cuando el personal está mal formado y remunerado, y soporta una carga de trabajo excesiva o cuando las normas favorecen más los intereses del centro institucional que los de los residentes».
También se dan formas de maltrato cuando la administración responsable está “ausente” de sus cuatro posibles funciones: «regular el servicio, prestar el servicio (las administraciones han renunciado de forma masiva), inspeccionar el servicio y sancionar los incumplimientos o cuando esta misma administración ausente es la que ha abierto las puertas a la especulación y la mercantilización del cuidado de nuestros mayores», añaden.
Explican que hay que llamar claramente maltrato a situaciones como que no haya «suficiente personal para atender a las personas residentes, y se les diga que hagan sus necesidades en el pañal, en lugar de llevarlos al baño», «cuando tienen que ingerir la comida fría, porque no hay suficiente personal para atenderles al mismo tiempo», «cuando pasan horas y horas delante de un televisor que no oyen, viendo programas que ellos no eligen, inmovilizados en sus sillas de ruedas porque no hay personal suficiente para llevarlos a dar un paseo o al jardín»; «cuando debido a la falta de personal cualificado, no se garantiza ni la ingesta ni la supervisión sanitaria adecuada de la medicación pautada», «cuando los menús que se elaboran se hacen pensando más en el ahorro de la empresa que presta el servicio, que en las necesidades nutricionales de las personas a quienes se presta» o «cuando se les trata como si fueran niños pequeños, con condescendencia o con superioridad, por el hecho de ser mayores,