@Noudiari El fundador de la Alianza Francesa de Eivissa, René Vuibert, y primera y única persona distinguida como Hijo Adoptivo de Eivissa por el Consell Insular en 2011, murió ayer en su domicilio de Cheval Blanc, Francia. Vuibert, que poseía una casa en ses Salines, estuvo en la isla por última vez el pasado mes de noviembre. En la sesión plenaria en la que se le otorgó la distinción de Hijo Adoptivo se reseñó que René Vuibert había alcanzado «una consideración pública notoria por su muy destacada trayectoria como fundador de la Alianza Francesa en Eivissa».
Vuibert, profesor y pintor, nació en París en 1929 en el seno de una familia de fuertes raíces culturales. Se licenció en bellas artes en la École Nationale Supérieure des Beaux-Arts. Después de sus inicios laborales en la editorial familiar, donde ejercía trabajos en la gestión e ilustración de obras, decidió viajar por España y en Barcelona visitó al director del Instituto Francés de la capital catalana, el geógrafo Pierre Deffontaines, quien le consiguió una beca instituida por el Ayuntamiento de Barcelona que le permitió pintar libremente en España por espacio de un año.
Llegó a Eivissa por primera vez a finales de los años cuarenta para conocer al pintor ruso Voldemar Boberman, quien en aquel entonces pasaba largas temporadas en la isla. En 1951 y por recomendación de Deffontaines, Vuibert se desplazó a Mallorca, donde mantuvo contactos con el director de la Alianza Francesa de Palma, quien lo captó como profesor para dar clases en el centro educativo.
Compaginó durante dos años la pintura y la docencia junto con otras actividades de carácter cultural en Mallorca, desde donde viajaba con asiduidad a Eivissa, especialmente durante las vacaciones de Navidad y Semana Santa. En una de estas escapadas a la isla trenzó una buena amistad con el profesor de dibujo del Instituto, Francisco Carreño, y con Joan Tur Ramis, quien fuera propietario de la Fonda Formentera, así como con el medico Pedro de Alcántara Martínez y el ingeniero Jacinto Boza, quienes le animaron a trasladarse a Eivissa y a fundar la Alianza Francesa, cosa que hizo finalmente en el verano de 1954.
Con la ayuda de Tur Ramis, René Vuibert abrió la escuela en una planta baja de la calle Obrador y cuyo espacio se quedó muy pronto pequeño. En enero de 1955, y juntamente con con Guillem Bujosa, quien también ofrecía clases de francés en la isla, abrieron la Alianza en el número 17 de la Avenida España, justo al lado de la escuela de Artes y Oficios. En 1967, los dos pisos alquilados para la escuela se quedaron también pequeños para atender a los 600 alumnos matriculados que tenían, con lo que decidieron comprar unos locales de la calle Arxiduc Lluís Salvador. En ese momento, la Alianza tenía 700 personas matriculada, mientras que la de Mallorca contaba con 200.
En 1975, y con la finalidad de utilizar al máximo los locales, que durante buena parte del día estaban cerrados, decidió fundar La Escuela Francesa de Eivissa. Para promover la enseñanza de la lengua francesa creó, asimismo, el Club de la Alianza Francesa, que contaba con una revista escolar, audiciones musicales, proyecciones cinematográficas y excursiones, entre otras actividades.
En la década de los años setenta, Vuibert accedió a la condición de funcionario del estado francés y en 1977 se trasladó de nuevo a Francia. Por diversas causas, la Alianza fue a menos y en 1944 tuvo que cerrar puertas.
Una vez retirado de la docencia emprendió con más fuerza su pasión por la pintura y expuso su obra en diferentes salas, como la del Instituto Francés de Barcelona, Galeries Costa de Palma o Ebusus, así como en varias galerías de París y otras ciudades francesas. Además, junto con el Grup Eivissa 59 tomó parte, en 1958, en la exposición ‘Arte de Nuestro Tiempo en Ibiza’, celebrada en Madrid.
En 1997 realizó una exposición de monotipos en el Festival de Bedouin y al año siguiente hizo lo propio en la desaparecida Sala de Cultura de Sa Nostra de Eivissa. El febrero de 1990, celebró una exposición retrospectiva, patrocinada por Sa Nostra, la Alianza Francesa i la Escuela Francesa de Eivissa, también a la Sala de Cultura de calle Aragón, con el título de ‘Eivissa, de 1951 a 1990’.
J’ai commencé à aller à l’Alliance au nº 17 de l’Avinguda Espanya ( a les «catufes») jusqu’aux 17 ans (après dans l’autre ubication). Ça a été une expérience inoubliable pour une «eivissenca» de la fin de la dictature: un enseignement nouveau et innovateur qui n’avait rien à voir avec les cours le matin a l’école des religeuses. Merci, monsieur René, toi tu nous as enseigné la langue française très bien et aussi beaucoup de la vie. Je ne t’oblierai jamais.