El Servicio de Sanidad forestal ha repartido 100 cajas refugio más para murciélagos en bosques de Baleares a lo largo de 2021, con lo que ya hay unas 550 distribuidas por las islas, con el objetivo de reforzar el control biológico de la procesionaria del pino de la que se alimentan.
Las cajas se han colocado con la colaboración de la Iniciativa de Recerca de la Biodiversitat de les Illes (IRBI) y se han distribuido entre Mallorca, Ibiza y Formentera, ha informado la Conselleria de Medio Ambiente y Territorio en un comunicado.
Los murciélagos, como se conoce comúnmente a los quirópteros, son insectívoros y constituyen un elemento clave para garantizar el control natural de plagas forestales como, por ejemplo, la procesionaria del pino (Thaumetopoea pityocampa).
Además, el murciélago es un depredador natural de otros insectos voladores como los mosquitos.
La instalación de cajas nido permite el aumento y la estabilización de su población y de este modo actúan como control natural de las plagas forestales.
Las cajas refugio se han instalado en áreas del bosque donde existe una mayor presencia de actividad de murciélagos, como pueden ser lugares de paso o áreas de alimentación, aunque también se pusieron algunas cajas en zonas de vegetación densa, con el fin de evaluar en un futuro qué opción es más utilizada.
Este año, además, se han revisado 130 de las cajas refugio que ya estaban instaladas anteriormente y se ha constatado la presencia de murciélagos en 32 de ellas. Pertenecen a tres especies de quirópteros: murciélago común (Pipistrellus pipistrellus), murciélago de Cabrera (Pipistrellus pygmaeus) y murciélago de borde claro (Pipistrellus kuhlii), aunque los ejemplares de las dos últimas especies solo se encontraron en la finca pública de Son Real.
El número de ejemplares encontrados varía entre 1 y 3 y son hembras mayoritariamente.