Michaella McCollum, detenida por contrabando de cocaína, narra en primera persona su estremecedora experiencia en el mundo del tráfico de drogas en la serie documental Confesiones de una mula en Ibiza que la plataforma Netflix ha estrenado para todos sus abonados en España.
Se trata de una serie emitida originalmente por la BBC, y que cuenta la historia de dos chicas británicas, la ya mencionada Michaella McCollum y Melissa Reid que trabajaban en Ibiza y fueron detenidas en Perú cuando trataban de llevar a España 11 kilos de cocaína en 2013.
La serie, cuyo título original es High: Confessions of an Ibiza Drug Mule consta de una temporada y cuatro capítulos de unos 30 minutos.
Una de las dos ‘chicas mula’, Michaella McCollum, cuenta su llegada a Ibiza para trabajar de camarera y cómo terminó cumpliendo condena en una prisión de Perú por mover droga.
Michaella, que tenía 19 años cuando llegó a Ibiza por primera vez, se define como “una niña normal” que huía de Irlanda del Norte y que se enamoró del estilo de vida ibicenco aunque cuando habla de cómo pasó su etapa en Ibiza responde que «borracha».
La joven irlandesa trabajaba en un bar de la isla cuando conoció a un chico que se hacía llamar Davey, «un tipo “alto, moreno y guapo” por el que se dejaron embaucar hasta el punto de que ella y Melissa Reid viajaron a Perú para ejercer de ‘mulas’ de cocaína.
Fueron detenidas en el aeropuerto internacional Jorge Chávez de Lima con paquetes de cocaína con un peso de 11 kilos camuflados entre los enseres y cajas de comida en sus maletas. El valor de la droga en el mercado sería de aproximadamente 1,7 millones de euros.
Tras su detención, las chicas contaron una historia rocambolesca: que habían sido secuestradas en Ibiza a punta de pistola por un grupo de traficantes, quienes las habrían forzado a realizar ese viaje como porteadoras de drogas.
Finalmente Melissa contó la verdad y fueron condenadas a seis años y ocho meses.
Michaella logró la libertad condicional en marzo de 2016 después de haber cumplido menos de la mitad de su condena.
Fueron conocidas desde entonces como ‘Las dos de Perú’ (Peru Two) y su caso motivó la puesta en marcha de una campaña por parte del Gobierno británico para alertar sobre las consecuencias del tráfico de drogas.