EFE / Ancianos, enfermos y niños son los colectivos más vulnerables ante la ola de calor que se espera en buena parte de España a partir de mañana y que los médicos recomiendan combatir con una correcta hidratación, ropa holgada y una alimentación que incluya alimentos ricos en vitaminas y minerales.
Así lo sugiere el coordinador nacional del Grupo de Trabajo de Cronicidad y Dependencia de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), Javier Benítez, que ha alertado de las graves consecuencias que puede tener para determinados colectivos las altas temperaturas que se esperan a partir de mañana.
La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha alertado de la llegada de la primera ola de calor del verano, debido a la entrada de aire muy cálido de origen africano, y que hará que el termómetro supere los 40 grados en áreas del centro peninsular, interior de la mitad sur y cuadrante nordeste.
En España, en 2017 se produjeron 20 fallecimientos atribuibles a golpes de calor, según los datos del Ministerio de Sanidad.
Por eso Benítez subraya la importancia de reiterar los consejos que cada año lanza Sanidad y que consisten en beber agua o líquidos con frecuencia, aunque no sienta sed, permanecer en lugares frescos, a la sombra o climatizados, reducir la actividad física y evitar practicar deportes al aire libre en las horas más calurosas y usar ropa ligera, holgada y que deje transpirar.
El representante de Semergen señala que hay que prestar atención a los colectivos más vulnerables, como son los bebés, ancianos, enfermos inmovilizados y trabajadores que desempeñen su labor al aire libre.
Síntomas de golpe de calor
En el caso de los ancianos y enfermos, Benítez insta a los cuidadores a estar atentos ante los síntomas del golpe de calor, como son el aturdimiento, convulsiones, calambres musculares, debilidad o aumento de la temperatura corporal hasta los 40-41 grados con la piel seca.
Estas personas deben permanecer en espacios ventilados y frescos, pero no bajo la acción directa de ventiladores, con ropa cómoda y bien hidratados, no solo con agua, sino también con infusiones o alimentos como el gazpacho, que aportan una gran cantidad de vitaminas y minerales que se pierden al sudar y son necesarios para el funcionamiento del sistema muscular y vascular.
En el caso de los niños, Reyes Novoa, miembro del Comité de Promoción de la Salud de la Asociación Española de Pediatría (AEP) ha explicado a Efe que lo recomendable es mantenerles hidratados, evitar que salgan en las horas centrales del día, y vestirles con ropas holgadas de colores claros y siempre con un gorro o sombrero.
Los síntomas de un golpe de calor en los más pequeños implican sensación de mareo, náuseas, vómitos, dolor de cabeza, confusión y muchas ganas de dormir y, en el caso de los bebés, suelen estar poco activos.
«Si estamos ante esta situación, hay que colocarles boca arriba, en un sitio fresco, a la sombra, bien ventilados, quitarles la ropa que no necesiten, compresas de agua fría en cabeza, cuello, nuca, cara y pecho y cambiarlas a medida que se calientan», explica.
Si el niño está consciente hay que darle agua, suero de rehidratación oral o bebidas isotónicas y si se le nota adormilado o pierde el conocimiento avisar al 112 o ir al hospital.
Alerta del peligro de dejar a niños en el interior de los coches con el motor apagado, incluso en días nublados y por poco tiempo, ya que la falta de ventilación puede hacer que la temperatura suba incluso hasta los 50 grados.