En el mismo se interpusieron 11 denuncias por infracción a la ordenanza de convivencia la cual regula la venta ambulante y se intervino un vehículo que era usado como almacén para los vendedores ambulantes.
Los agentes intervinieron gran cantidad de objetos, así como de comida y bebida. Llegaron a encontrar comida cocinada escondida entre los matorrales cercanos a la playa, suponiendo esto un gran riesgo para la salud de los consumidores.