Tras unos años dando bandazos por la política española como pollo sin cabeza, el PSOE constitucionalista, el Partido Socialista Obrero Español de toda la vida, por fin vuelve a tener un líder. Después de varios años entregado al egocentrismo y populismo de Pedro Sánchez, el socialismo ha encontrado en la figura del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, esa figura que necesitaba para volver a ser un partido referente en la política española.
García-Page ha tenido que dar un paso al frente al comprobar que Sánchez, por su único interés personal, ha sobrepasado todas las líneas rojas que se habían autoimpuesto los partidos constitucionalistas y ha hecho de la Constitución española un esperpento del que, si le dejan, sólo va a quedar el nombre.
El presidente de los castellanomanchegos, pese a haber callado y cedido hasta el momento en todas las pretensiones del líder del Partido Sanchista, parece que ha abierto los ojos y se ha dado cuenta de que, si el presidente del Gobierno que ha fagocitado su partido sigue por esta línea, la España que todos conocemos y la igualdad entre todos los españoles pasará a ser un mero recuerdo del pasado.
Emiliano García-Page ha dado voz, de esta manera, a todos aquellos socialistas de corazón que consideran que el bienestar de España y los españoles no puede estar en manos de los que sólo desean la ruptura y la desaparición de nuestro país y de aquellos que, a través de la violencia y el asesinato, trataron de imponer una ideología única.
Todo apunta a que García-Page se ha dado cuenta de que esta legislatura puede ser mucho más corta de lo que todo el mundo preveía, especialmente por la guerra civil abierta entre los dos partidos mayoritarios del independentismo catalán. En caso de que esta contienda antiespañola impida la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado, algo muy probable si finalmente hay adelanto electoral en Cataluña, Sánchez no tendrá más remedio que volver a adelantar los comicios estatales. Será entonces un buen momento para tratar de mover la silla al actual líder de lo que se denominaba el PSOE, para lo que ahora es un buen momento para posicionarse.
Alguien que también ha visto las orejas al lobo, aunque en este caso por miedo a quedarse sin su sueldo en unas futuras elecciones autonómicas, es el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, quien tras haberse erigido como palmero oficial de Pedro Sánchez ha visto como el mercado laboral ha puesto en evidencia las políticas de su líder en forma de un espectacular aumento del paro en su comunidad, especialmente en lo referente al sector agrario.
Todo apunta a que la izquierda moderada, la izquierda centrada, ha vuelto a España y está dispuesta a quedarse para tratar de deshacer todo el daño que Pedro Sánchez y sus acólitos han hecho al socialismo.
Madredelamorhermoso… solo te ha faltado acabar con un ¡Arriba España!
Arriba España !!!
Gran artículo . Arriba España !!!
Tranquilo José María, me extraña que todavía no te hayan dado trabajo en el Consell, después del buen trabajo que hiciste en la campaña electorl porque vamos, hay no se cuantos periodistas hay trabajando ahí, cuando la necesidad es que faltan juristas y técnicos.