Por R. B./ «El peligro acecha al paraíso de la noche». Con este titular, The New York Times publicaba un artículo en el que pretendía destapar una serie de problemas económicos y de cambio de mercado que estarían afectando de forma grave a Pachá, una de las discotecas más emblemáticas de Eivissa. «Los DJ’s querían más dinero para pinchar menos tiempo. Era un abuso. Teníamos que idear un nuevo plan porque el antiguo iba a explotar», publica The New York Times que le explicó Piti Urgell, hermano de Ricardo Urgell y uno de los directivos de la marca Pachá.
En concreto, The New York Times se centra en la política de contrataciones de la discoteca, que ha limitado los cachés de los músicos que pinchan en sus cabinas y ha decidido, según el medio norteamericano, regresar a sus orígenes y reivindicarse como uno de los locales pioneros del mundo en animar la pista de baile a ritmo de house. Además, subrayan cómo Las Vegas se está convirtiendo en el competidor de Eivissa en el mercado del ocio nocturno, tal y como adelantó Noudiari.es.
Sin embargo, Pachá ha querido dar la réplica a este artículo en una entrevista ofrecida por Stephen Glen Hulme, director de programación de la marca, en Vicious Magazine. Preguntado por el nuevo rumbo que toma Pachá según lo publicado en The New York Times, Hulme explica que nadie se puso en contacto con Ricardo ni Piti Urgell para ser entrevistado por la competencia entre Eivissa y Las Vegas, sino que Iria Urgell, otro miembro de la familia que trabaja en la empresa, recibió un correo electrónico para hablar sobre uno de los fichajes estrella de la discoteca para esta temporada, Guy Gerber.
Hulme prosigue añadiendo que el artículo de The New York Times está escrito «pegando entre sí una serie de observaciones inconexas, citas, rumores y chismes, algunos puntos muy antiguos, algunos nuevos y uniéndolo a alguna historia tipo ‘Ibiza versus Vegas'». El nuevo director de programación de Pachá zanja la polémica cuando afirma que los hermanos Urgell «han jugado su papel, Pachá no tiene deudas, durante cuarenta años nunca cambió de dueño y han apoyado la música de baile y a sus artistas desde el primer día, eso es un hecho, lo demás son especulaciones y malas intenciones».