Cuadernos Gadeso, que analiza la realidad socioeconómica de Baleares, comparte en su número de octubre la encuesta sobre cómo se ve la inmigración en Baleares. Así, el 51% cree que la inmigración, tanto irregulares como los que tienen papeles, supone un problema grave. «Este hecho no implica, necesariamente, una visión negativa de la inmigración como tal, sino que en muchos casos supone la simple constatación de una problemática existente», explican desde la Fundación Gadeso. Para el 37% es un problema pero no grave mientras que el 10% de los encuestados no lo considera un problema y un 2% dice que no lo sabe.
Otra de las preguntas realizadas en esta encuesta dirigida a personas autóctonas de las islas, es sí les parece que hay demasiados inmigrantes regularizados que provienen de otros países y regiones que por diversas razones se han visto obligados a dejar sus hogares. En este caso, los motivos por los que un 54% considera que «son demasiados» se centran en la percepción de que estas personas, en situación «regular», saturan los servicios públicos, especialmente las prestaciones y las ayudas económicas, ocupan lugares de trabajo de los autóctonos, o que no quieren integrarse.
Por el contrario, hay un 39% que considera positivo el hecho de que haya inmigrantes establecidos entre nosotros. Los motivos que alegan hacen referencia al hecho que tienen los mismos derechos que el resto de población, que la convivencia con culturas diversas es un hecho positivo y además con frecuencia desarrollan trabajos que los autóctonos no queremos o no podemos hacer.
«A pesar de que hablamos de familias regularizadas o que hace mucho tiempo que están en las islas, no las consideramos con los mismos derechos que nosotros. Ni para acceder a la sanidad y la educación (42%), ni por la reagrupación familiar (31%), ni para acceder a las prestaciones y a las ayudas económicas aunque hayan cotizado», explican desde Gadeso.
Aunque el porcentaje sea superior al 50%, «resulta bastante preocupante que solo el 51% considere que tienen derecho a obtener un puesto de trabajo en igualdad de condiciones. Parece que la percepción es que estas personas están destinadas a cubrir los lugares de trabajo que la ciudadanía autóctona no quiere o no puede hacer», señalan en la publicación.
«A pesar de la opinión general hacia los inmigrantes hay que tener presente un hecho incuestionable, tal como demuestran los datos y confirman los expertos en demografía. La población española, incluida la balear, está envejeciendo, y con un crecimiento vegetativo casi negativo. Si esta situación se mantiene nos podemos encontrar ante el hecho que la población trabajadora no pueda aportar lo suficiente para hacer frente al sistema de pensiones, por lo tanto se hace necesario la llegada de inmigración a fin de compensar esta situación», detalla el informe.
¿Qué hacer con la inmigración irregular?
La reacción de los autóctonos ante los llamado «inmigrantes sin papeles» es absolutamente negativa (69%). Los motivos son, en primer lugar, la percepción de que estas personas hacen un uso abusivo de los servicios públicos. En segundo lugar es que generan inseguridad y delincuencia.
La mayoría de los que consideran negativa la presencia de estas personas, piensa que la solución pasa por su expulsión inmediata, mientras que la segunda solución es el ingreso de estas personas a centros de internamiento (CIE) mientras se decide su acogida o su expulsión .
Solo un 26% no considera negativa la presencia de inmigrantes en situación irregular. «Sin negar la problemática, los motivos expuestos por estas personas hacen referencia a los derechos que se suponen a todo ser humano, al hecho que son personas y familias procedentes de zonas en conflicto y/o que huyen de la pobreza y el hambre», añaden.
En cuanto a buscar una salida al problema de la inmigración irregular, al contrario de lo que esperaban desde Gadeso, «no se propone, en ningún momento, ni una amnistía ni una regularización masiva de este colectivo. Considerando que no es fácil, se propone, para evitar un «efecto llamada», una regularización excepcional y transitoria solo de aquellas personas y familias que hace muchos años que conviven con nosotros. A la vez en referencia a los que proceden de zonas en conflicto, se propone elaborar un plan de acogida, que sea efectivo y aceptable por los estados involucrados», detallan.
¿Qué hacer con los nuevos inmigrantes?
Para Gadeso «a pesar de que ya no se habla a los informativos, la crisis de los refugiados, generada por la guerra de Siria, en Yemen y continuada ahora por el triunfo de los Talibanes en Afganistán, continúa existiendo. Todos los acuerdos tomados en 2019 implicando al gobierno turco de Erdogan (5000 millones de euros después) han quedado en agua de borrajas. Miles de migrantes continúan amontonados en las islas griegas y en territorio turco. Solo unos cuántos han conseguido llegar a Europa, bien sea por sus propios medios, con riesgo de su vida, o bien gracias a los momentos de lucidez de los gobiernos de la UE dispuestos a dar cumplimiento a una acuerdos que como he dicho han quedado en nada».
En este apartado se refleja la opinión de la ciudadanía de las islas referidas a las políticas comunitarias sobre la inmigración, así como las propuestas, concretas, hechas por diferentes estados miembros para «dar solución a los muertos cotidianos que están convirtiendo el Mediterráneo en un cementerio».
Sobre este tema, un 59% opinan que las políticas de la UE son demasiado tolerantes. De hecho un 67% piensa que nuestra situación no nos permite acogerlos y un 14% cree que ya se están haciendo esfuerzos notables. Mientras un 13% consideran que son correctos. Por su parte, un 6% considera que las medidas son demasiado duras, concretando, en que se está dando un trato indigno a personas desesperadas.
Ante las propuestas de la UE, un 39% cree que se tiene que elaborar una nueva ley que comprometa los estados miembro hacia esta problemática y un 31% piensa que se tienen que crear CIE’s en los países fronterizos. Un 27% son del parecer de que se tienen que cerrar las fronteras y un 8% cree que se tienen que crear CIE’s en territorio europeo.