El famoso artista y falsificador Elmyr de Hory (Budapest, 1906-Ibiza, 1976) unió su nombre para siempre al de Ibiza. En la isla vivió 16 años y desde que puso un pie en ella y con su personalidad fascinante, se convirtió en uno de los grandes personajes sobre los que giraba la isla.
Sus falsificaciones acabaron colándose en colecciones privadas y en museos, mientras falsificaba su propia vida rocambolesca, en la que no faltan marchantes extorsionadores y vivencias de película (F for Fake, de Orson Welles, es la prueba). Ingredientes que han convertido a Elmyr en una leyenda de Ibiza. El empresario Pepe Roselló lo supo ver enseguida y muy pronto se convirtió en coleccionista de la obra del contovertido artista. Una treintena de sus cuadros se pueden ver desde ayer en el Far de ses Coves Blanques de Sant Antoni.
La exposición sobrecoge al visitante, que, aunque sabe que lo que está viendo es un cuadro ‘a la manera de’, jamás podría distinguir sus cuadros de un original del artista ‘falsificado’. A simple vista podría parecer una exposición de cuadros de Matisse, Modigliani, Leger, Matzinger, Delaunay, Kandinsky, Herbin, Gaugin, Rousseau, Monet, Picasso, Toulouse Lautrec, Derain… Pero no, no lo son, son cuadros pintados por Elmyr. Realidad y ficción, juego e ilusionismo. ¿Y si muchos de los cuadros que vemos en los museos más importantes del mundo atribuidos a estos autores son en realidad falsificaciones de Elmyr de Hory? Esa duda ha provocado más de un quebradero de cabeza a muchos responsables de estos espacios expositivos.
Roselló quedó fascinado por Elmyr de Hory cuando irrumpió y revolucionó el panorama artístico de Ibiza. Muy pronto se convirtió en coleccionista de su obra, una pasión que va más allá de la simple adquisición. «Ibiza ha adoptado a Elmyr y lo cierto es que él se consideraba ibicenco», relata Roselló en el Far de ses Coves Blanques. «Siempre hablaba de Ibiza allá por donde iba… lo era todo para él, así que cuando supo que lo iban a extraditar a Francia [donde estaba reclamado por la justicia por sus falsificaciones] decidió que ya era el final y se suicidó», recuerda. Un suicidio rodeado de tantos misterios y zonas oscuras como su propia vida.
«Me siento como un guardián de todo esto, como un guardián de aquella Ibiza ilusionada de los años 60 y 70», responde cuando se le pregunta qué supone para él mostrar su colección privada al público. «Soy el testimonio de Elmyr de Hory en Ibiza a través de sus cuadros, una forma de que permanezca su legado. Estoy seguro de que seguiremos hablando de Elmyr por mucho tiempo», vaticina.
En su recorrido por la exposición, Roselló muestra un catálogo de una exposición de Elmyr de Hory en el año 1976 en la Torre del Canónigo y organizada por Josep Viader, propietario por entonces del hotel de Dalt Vila, en la que se puede ver que los cuadros se vendían por un millón de pesetas, una cantidad exorbitante para la época. ¿Quién era ese pintor que se cotizaba tan caro en la Ibiza de los años 70? «Por entonces, los cuadros de los artistas locales, como Ferrer Guasch o Marí Calbet costaban 2.000 pesetas. Por eso llamaba tanto la atención con estos precios», recuerda Roselló.
Mientras pasa las páginas de este catálogo aparece en la sala José Luis Branger, coleccionista de arte que atesora varias decenas de obras de Elmyr, pero solo aquellas que el húngaro firmó con su propio nombre, no con el de los maestros que ‘imitó’. Seguro que esta exposición atrae muchos otros nostálgicos, coleccionistas y estudiosos del pintor. Ayer ya contó con la visita el alcalde de Sant Antoni, Marcos Serra; además de buena parte de la corporación municipal; del director insular de Cultura, Miquel Costa; de artistas como Mario Arlati y periodistas como Xescu Prats, Silvia Castillo o Juan Suárez.
Roselló destaca otra de las joyas de la colección y para él la pieza más importante, aunque puede pasar más desapercibida al visitante. Se trata de un dibujo a la manera de Matisse que Pepe Roselló compró en una subasta a beneficio de la Cruz Roja y que cuenta con la firma y la dedicatoria de puño y letra de Elmyr de Hory. Es una pieza que Elmyr donó para la subasta pero se negaba a que se vendiera por debajo de las 50.000 pesetas. Pepe Roselló, que ejercía de maestro de ceremonias de a subasta como delegado de Cultura del Portmany, acabó por quedarse con el dibujo. «Elmyr era muy protector y celoso de su obra, no le gustaba regalar nada. Esta lámina no la quería subastar por menos de esa cantidad por lo que se convirtió en la pieza más cara de la subasta y, cuando salió a la venta, nadie pujó. Así que me lo quedé y, como Elmyr estaba allí, me lo firmó: a Pepe, muy amigablemente y yo presumo de esto», relata frente a la obra. «Esta firma es verdadera, no hay duda, y ese es su valor», añade.
La colección como tal arrancó en los años 60, cuando Pepe Roselló comenzó con su actividad en la noche de Ibiza con el club Playboy. «Me fui un día al Pikes y me encontré con varios Modigliani y un Renoir y los compré todos», recuerda.
Algunos de los cuadros de la muestra están firmados como Elmyr pero la mayoría llevan la firma de los grandes artistas que ‘imitaba’. Pero, por detrás de todos ellos, está la firma de Elmyr de modo que quedaban anulados como posibles falsificaciones.
Con su habitual perfeccionismo en todo lo que toca, Roselló no solo ha llevado una treinta de cuadros de su colección a este espacio sino que ha enriquecido la muestra con su colección de libros de arte, revistas y recortes de prensa relacionados con Elmyr, con algunas joyas como la revista Time que dedicó su portada a Clifford Irving, autor de la biografía de Elmyr de Hory Fake! o un ejemplar de la polémica (por falsa) autobiografía del mismo autor sobre Howard Hudges editada en castellano.
La exposición de la colección de cuadros de Elmyr de Hory que atesora el empresario Pepe Roselló, más conocido por sus 27 años al frente de Space, no solo es una joya en sí misma por todo lo que representa sino también una perfecta oportunidad de conocer uno de los espacios expositivos más interesantes de Ibiza.
Esta exposición ha sido posible gracias a Pepe Roselló, Space Beach Club, al Ayuntamiento de Sant Antoni y a la colaboración de Elena Ruiz Sastre, directora del MACE.
El horario de visitas es de martes a sábado de 17.30 a 20.30 horas y de martes y a jueves de 12 a 14 horas.
Hasta el 25 de septiembre