La Audiencia de Palma juzgará el lunes a un acusado para quien piden 6 años de prisión por un delito contra los extranjeros, por haber sido el patrón de una patera que fue rescatada en aguas de Baleares en agosto del año pasado, con 31 personas abordo, cuando iba a la deriva, sin agua ni medidas de seguridad.
Los hechos que se juzgarán ocurrieron el verano pasado, cuando el 2 de agosto zarpó desde Cap Djinet, en Argelia, una embarcación de 9,8 metros de eslora y 3 de manga, con 31 personas abordo que sobrepasaban ampliamente su capacidad, según recoge el escrito de acusación de la Fiscalía.
Entre el pasaje iban 16 hombres, 5 mujeres y 10 menores, algunos de ellos de corta edad.
La Fiscalía acusa al hombre que será juzgado el lunes de haber manejado y llevado el control de la pequeña embarcación para acceder irregularmente a España «eludiendo cualquier tipo de puesto fronterizo autorizado» y haciendo caso omiso de las exigencias de política migratoria de España y de la regulación sobre el control de flujos migratorios.
La patera iba sin matrícula ni distintivos que permitieran localizar a su propietario y, desde que zarpó de Argelia, la dirigió el acusado durante 15 horas de travesía, según el ministerio público.
A las 15 horas de navegación, se agotó el combustible y la patera quedó a la deriva. Los intentos de los migrantes de pedir socorro por teléfono fueron infructuosos hasta que, sobre las 7 de la mañana del día siguiente, uno de los pasajeros logró dar la alerta.
Una embarcación de la Guardia Civil pudo localizar la embarcación cerca de la isla de Cabrera, entre Ibiza y Mallorca, sobre las 8.50 horas y rescatar a los migrantes.
Según la Fiscalía, la embarcación que capitaneó el acusado no cumplía ningún estándar de seguridad marítima internacional, sobrepasaba con mucho su límite de capacidad de pasaje, carecía de chalecos salvavidas para todos los pasajeros y en especial para los niños, y tampoco llevaba radar, compás, sistema de radio ni de identificación y comunicación marítima por satélite GPS o AIS.
En el momento del rescate, no quedaban reservas de agua, lo que se suma a que tampoco portaba suficiente reserva de combustible para alcanzar las costas españolas, circunstancia que «determinó un riesgo grave para la vida e integridad» de los pasajeros, según el fiscal, que asegura que quedaron durante toda una noche a la deriva y a expensas que cualquier eventualidad que pudiera ocurrirles en alta mar.
Según el fiscal, lo ocurrido «podría haber derivado en la desaparición de la embarcación en alta mar con todo el pasaje».
La Fiscalía afirma que el acusado manejó la embarcación desde el puerto de Cap Djinet hasta las costas españolas a cambio de una remuneración económica, en una travesía organizada por personas no identificadas, asentadas en Argelia, dedicadas de forma profesionalizada a introducir inmigrantes irregulares en España, a cambio de cobrar a cada adulto el equivalente a unos 1.600 euros.
El ministerio público pide que el acusado, de origen argelino y de 22 años, sea condenado a 6 años de prisión por un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros. El juicio se celebrará el lunes, a partir de las 10, ante la sección segunda de la Audiencia de Palma.