@Noudiari / Podemos Sant Antoni ha mostrado hoy su rechazo «a la puerta que ha abierto el actual equipo degobierno municipal a volver a ampliar el horario de las terrazas del West End», un rechazo que también manifestó ayer el grupo PSOE-Reinicia.
«El argumento de que no se ha detectado un descenso sensible de la contaminación acústica cuando se cierran las terrazas, no es más que una excusa para retroceder todo lo que avanzó Sant Antoni durante la legislatura anterior y volver al modelo obsoleto del todo vale y el turismo de borrachera», denuncia el partido político.
“Es absurdo argumentar que si se permite que las terrazas cierren más tarde, no habrá más ruido. Cuanta más gente en la calle, habrá más ruido, es de pura lógica”, ha explicado el secretario municipal de Podemos Sant Antoni y portavoz del grupo municipal de Unidas Podemos en el Ayuntamiento, Fernando Gómez.
«Tampoco es creíble la opción que ofrece el Ayuntamiento, de que sea un trabajador del establecimiento en el que controle el ruido que hagan los clientes en la terraza ¿Qué se supone que va a hacer esta persona, mandar a callar a los clientes? Es absurdo, y cualquiera que haya visto el tipo de turismo mayoritario del West, lo sabe”, subrayan.
Gómez también ha querido diferenciar entre las terrazas específicas del West de las de otros negocios: “Otra cosa muy distinta son las terrazas de los restaurantes, que no suponen ni de lejos el nivel de ruido y de molestias de las terrazas de los pubs y bares donde la gente va a emborracharse. El turismo gastronómico aporta beneficios económicos y sociales, atrae turismo familiar y de calidad, y siempre contará con nuestro apoyo”, ha asegurado el portavoz.
Desde Podemos Sant Antoni afirman que su apuesta es por un modelo turístico sostenible para el pueblo, «y que sea compatible con el descanso y la calidad de vida de las vecinas y los vecinos de Sant Antoni».
Un modelo turístico «que no tiene nada que ver con modelos caducos como el del todo vale, que degrada el entorno urbano, ensucia la imagen del pueblo y sólo atrae a un perfil de turista que deja poco margen de beneficio, expulsando de Sant Antoni al potencial turismo de calidad», denuncian.
«Durante la pasada legislatura se hicieron esfuerzos para que Sant Antoni cambiase la negativa imagen que nos relacionaba con el turismo de borrachera, y vemos con preocupación como el nuevo equipo de gobierno quiere revertir ese trabajo», ha señalado Fernando Gómez, que ha añadido: “Sant Antoni tiene atractivos de sobra para convertirse en un destino turístico de primer nivel. Volver a apostar por el turismo de borrachera de muestra una falta de autoestima y orgullo por Sant Antoni, de creer que no somos capaces de ofrecer nada más. Es dramático que nos gobierne gente que tiene esta visión de su propio pueblo”.
Después de cuatro años de legislatura cualquiera que viva en San Antonio ha podido comprobar como las medidas que tomó el antiguo gobierno para parar el turismo de borrachera han servido de poco o nada. EL que se haya dado una vuelta por el west end en época estival habrá comprobado como estando las terrazas recogidas el ruido y la gente es el mismo, por no hablar de los vendedores de gas y las prostitutas que campan a sus anchas toda la noche. Lo que hace falta es más control policial y menos normas estúpidas que dañan la economía ya mermada de nuestro pueblo.