La coordinadora autonómica de Podemos Illes Balears y candidata de Unidas Podemos a la presidencia del Govern, Antònia Jover, y el secretario de Horizonte Republicano de Podemos, Rafa Mayoral, se han concentrado este miércoles a las puertas del palacio de Marivent para denunciar «el oscurantismo que rodea la reconversión del complejo«, donado como museo por el filántropo griego Ioannes Saridakis al pueblo de Baleares a principios de los años sesenta, pero «convertido por el franquismo en la casa de vacaciones de la familia real española».
El partido, que ya el año pasado envió una carta a Felipe VI solicitando la restitución del espacio —y que sólo obtuvo por respuesta un acuse de recibo—, lleva meses tratando de recopilar toda la documentación relativa a la modificación de las condiciones de explotación y usufructo del palacio por parte de las instituciones franquistas que, a día de hoy, y cuando se cumplen cincuenta años desde la materialización de la cesión del palacio a los entonces Príncipes de España, que en 1973 disfrutaron por primera vez del palacio, «sigue sin ser accesible para la ciudadanía».
Lo mismo sucede con el expediente judicial de la demanda interpuesta en los ochenta por los herederos contra el Govern de las Illes Balears y la propia Fundación Museo de Arte Saridakis.
En concreto, Podemos reclama el acceso a los autos de la causa en la que la Comunidad Autónoma perdió el catálogo de obras de arte del palacio «por haber hecho un uso privativo del espacio por parte de la familia real, incumpliendo la voluntad del donante: el establecimiento de un museo y una escuela de arte«.
Algunas de las obras perdidas de la colección, que fueron recuperadas por los familiares de Saridakis, incluían cuadros de Goya, Picasso, Sorolla, o Delacroix.
Para acabar con esta falta de transparencia, y con el objetivo último de devolver el palacio a la ciudadanía, Jover ha solicitado la colaboración de la presidenta del Govern y de todas las fuerzas progresistas. “Corresponde a la Comunidad Autónoma recuperar para la gente el palacio de Marivent, que pertenece a los y las ciudadanas de las Illes Balears. Es nuestra obligación como demócratas”, ha dicho Jover, que considera “imprescindible romper con la omertá que rodea a la cesión de Marivent”, como paso previo para la recuperación del espacio. “Con cincuenta años de oscurantismo basta”, ha dicho.
El diputado de Unidas Podemos y secretario de Horizonte Republicano, Rafa Mayoral, por su parte, ha denunciado la perversión de que, aun siendo propiedad de la Comunidad Autónoma, el palacio de Marivent no sea un espacio de uso público, y ha reclamado el derecho de los y las ciudadanas de Baleares a conocer las causas que condujeron a esta pérdida de patrimonio que considera parte del expolio franquista.
“No se puede entender que en una sociedad democrática no se permita el acceso a la documentación de un proceso judicial que acredita una grandísima pérdida de patrimonio artístico de propiedad pública. La gente tiene derecho a saber, y a acceder al catálogo de obras perdidas”, sostiene Mayoral.
Para el diputado, la reconversión de Marivent evidencia la conexión entre el régimen franquista y la institución monárquica y, en este sentido, presenta similitudes con el ya recuperado Pazo de Meirás. “Ambos forman parte del expolio franquista. En ambos casos se produce la expropiación por medios aparentemente legales de un bien público al que se acaba dando un uso privativo”, lamenta Mayoral.
En el caso de Marivent, «el expolio conduce al cierre de un museo de arte abierto al público para convertirlo en casa de vacaciones, de Franco primero y después de la Casa Real«, denuncian. “Para hacerlo, en ambos casos fue necesaria la utilización de las instituciones de la dictadura franquista como mecanismo idóneo y cincuenta años después, es hora de decir basta. Ya es hora de que el museo de arte sea reabierto al público», ha concluido.
Asimismo, la también diputada en el Congreso y candidata de Unidas Podemos a la alcaldía de Palma, Lucía Muñoz, ha destacado la importancia de recuperar para uso público un espacio como Marivent que, con sus 1.800 m2, más 30.000 m2 de finca, “ofrece grandes posibilidades para una barriada muy necesitada de equipamientos”