Por primera vez el zumo de oliva se podrá vender como “Aceite de Ibiza”

 

@Noudiari / La temporada de recogida de aceitunas en Ibiza ya ha comenzado. La almazara de Joan Benet ha arrancado hoy sus máquinas para hacer su AOVE y poder hacer el zumo de oliva de otros productores. Este año, se inicia con una novedad, al estar aprobada la Indicación Geográfica Protegida, otorgada por la Unión Europea y refrendada a su vez, por el Gobierno de España y el Govern de les Illes Balears, los zumos de oliva que se ajusten a las características de la IGP, podrán poner, por primera vez en sus etiquetas, “Aceite de Ibiza”.

“Ésta va a ser una gran temporada. La cosecha va a ser muy abundante y la calidad de las aceitunas es casi, casi perfecta”, ha señalado Joan Prats Ribas “Benet”. La previsión es que la producción de olivas de su finca pueda llegar a los 30.000 kilos, pero que en total, en su almazara, acabará molturando cerca de 200 toneladas. La cosecha del año pasado, en la finca de Benet, fue sólo de 12.021 kilos y 1.518 litros de aceite y los kilos de aceitunas transformados en aceite en la almazara, fueron 54.000 kg y 7.398 litros. 2018-19 fue una cosecha muy pobre.

Aceite de Ibiza

La obtención de la Indicación Geográfica Protegida supone un salto cualitativo para el producto. Esta certificación de calidad conlleva un trato exquisito con el zumo de oliva obtenido con las aceitunas de Ibiza y además, mejora la protección del consumidor. La trazabilidad del AOVE será transparente, al mismo tiempo que los controles aumentan, la calidad que se exige es muy elevada y además, es un producto exclusivo de la isla. Habrá muchos aceites, pero ninguno tendrá las características propias de los elaborados en Ibiza. Además, los Aove que se acojan a la IGP deberán adoptar medidas en cuanto a la utilización de envases de plástico, que no se podrán utilizar o en cuanto a la información que debe aparecer en el etiquetado del producto. Este año, es el primero y es de transición, para que se puedan adaptar en las mejores condiciones a las exigencias de la IGP. Por ello, el etiquetado llevará la nueva marca de la IGP pero no podrá incluir el logo de la Unión Europea.

“Estamos cogiendo las olivas sin madurar, verdes, porque entendemos que de esta manera le estamos dando un plus de calidad al producto. Al mismo tiempo, una vez hecho el zumo y filtrado, lo guardaremos en unos depósitos que se encuentran dentro de una cámara frigorífica estanca, dónde lo mantendremos a una temperatura media de 15-17 grados, Además, se inyectará nitrógeno al depósito, para que según se vaya vaciando el AOVE no entre en contacto con el aire. Este producto crea una capa que se forma encima del aceite y de esta manera, paramos su oxidación al no tener contacto con el oxígeno”,  ha añadido el productor.

La luz y el calor producen también una pérdida de calidad en los aceites, por lo que siempre es recomendable mantenerlos en un sitio oscuro y fresco. “Mientras que los vinos, con el paso de los años, siempre que se mantengan en condiciones óptimas, mejoran su calidad. Con el “oro líquido” desde el momento que se hace el zumo, es una carrera por conservar en el mejor estado sus características y propiedades”.