La Asociación de Propietarios de Fincas Rústicas de Sant Josep de Sa Talaia ha presentado esta semana alegaciones al contenido del Pla de gestió Natura 2000 de la costa oest d’Eivissa i declarar zones especials de conservació (ZEC) determinats llocs d’importància comunitària (LIC) de les Illes Balears, que está preparando la Conselleria de Territori i Medi Ambient del Govern Balear.
En él, la Asociación recuerda a la administración que a este tipo de iniciativas normativas afectan a su patrimonio familiar, y que por lo tanto «deben tener un papel protagonista en su tramitación, buscando siempre el máximo consenso posible».
Aseguran en este sentido que en los años 2013 y 2014 la Asociación participó en varias reuniones de trabajo encaminadas a un primer intento de aprobación de un Plan de Gestión de estos espacios.
«En ese momento, la actitud de la administración era totalmente diferente, muy abierta y positiva, con un borrador de Plan que se limitaba a gestionar estos espacios de interés medioambiental mediante controles preventivos, sin superponerse o añadir limitaciones a una normativa existente ya de por si muy restrictiva», explican.
Ocho años después, afirman que la Conselleria «ha abandonado esta vía de participación y consenso, y pretende la aprobación de un documento en el que se obvia la efectiva participación de este colectivo, al tratarse de una normativa que establece más prohibiciones y perjuicios a los propietarios afectados, sin otras opciones sobre la mesa», remarcan.
«Nos oponemos a más prohibiciones que castigan a los propietarios de este tipo de terrenos, al establecer más restricciones complementarias a las diferentes normativas sectoriales, que ya limitan de forma dramática al suelo protegido frente al común. Por ejemplo, en materia urbanística y territorial, se establece la total prohibición a nuevas viviendas; en materia agraria se establecen limitaciones a la recuperación de cultivo y a las prácticas ganaderas; y en materia de tránsito se prohíbe la apertura de nuevos caminos», denuncian en las alegaciones.
En su lugar, la Asociación pide que estas actividades se sigan desarrollado según la normativa actual, «y mediante un análisis de sus posibles repercusiones medioambientales, como se venía haciendo, que establezca las oportunas medidas correctoras», sugieren.
Por otro lado, reclaman más ayuda y apoyo a los propietarios para hacer frente a los problemas a los que diariamente se enfrentan, en particular a «la excesiva frecuentación producida por el tránsito de personas y vehículos, muchas veces acompañadas de sus mascotas, que es incompatible con la preservación de los valores naturales de la zona».
También en materia de residuos piden «más sensibilidad» con todos los terrenos incluidos en la Red Natura 2000.
Reclaman también una mayor y particular atención a las actividades y usos tradicionales, y a facilitar la labor de gestión de las propiedades «como por ejemplo, en la limpieza de torrentes, a sus titulares».
«Nuestra Asociación se suma a la oposición al presente documento que ya han manifestado otros colectivos, como el de cazadores, y reclama la paralización de su tramitación para consensuar su texto con los propietarios afectados, además de que se acepten las modificaciones de mínimos en su contenido planteadas antes», subrayan.
«Nos alegramos que el Consell Insular d’Eivissa haya presentado también alegaciones al Plan, y esperamos contar con el apoyo de otras asociaciones, grupos políticos, y sociedad en general, para que nuestras justas y razonables reivindicaciones lleguen a los lejanos oídos de Mallorca», concluyen.