@Noudiari / Agentes de la Policía Nacional han desarticulado en Barcelona un clan familiar presuntamente dedicado a explotar sexualmente a mujeres que, en algunos casos, eran captadas y obligadas a prostituirse siendo menores de edad. La investigación empezó siguiendo la pista de una chica menor de edad que fue vendida por su padre y obligada a prostituirse en Ibiza, a donde huyó después de ser trasladada a Cataluña.
Doblegaban la voluntad de sus víctimas mediante coacciones, amenazas con armas de fuego, agresiones físicas y encierros durante días en el inmueble donde residían. Los proxenetas llegaron incluso a ejecutar o simular los secuestros de las jóvenes para pedir un rescate a sus familiares en Rumanía. Han sido detenidas cuatro personas y se han realizado tres registros en Barcelona. Las investigaciones se iniciaron cuando una ciudadana de nacionalidad rumana denunció que una compañera suya, que ejercía la prostitución en la carretera N-150 en Barcelona, había sido supuestamente víctima de un secuestro y que sus captores, los proxenetas que la explotaban, pedían 1.500 euros por su liberación.
En estrecha colaboración con las Autoridades Rumanas, los agentes lograron localizar en la provincia rumana de Calarasi a la abuela de la víctima, quien confirmó que había recibido varias llamadas telefónicas desde España pidiéndole dinero para el rescate de su nieta. Gracias a los datos obtenidos pudieron identificar a varios de los implicados en los hechos.
Además, se pudo averiguar que la chica, de poco más de 18 años de edad, había sufrido desde niña agresiones sexuales por parte de su padre en Rumanía, siendo vendida a la edad de 15 años por éste a un proxeneta rumano que la trasladó a la isla de Ibiza. En el año 2011 fue localizada por la Policía prostituyéndose en un club de alterne y posteriormente ingresada en un centro de menores del que se fugó.
Otra víctima de los proxenetas también fue secuestrada
En el transcurso de la investigación se barajaron distintas hipótesis sobre la motivación del secuestro, dando un vuelco radical el pasado mes de junio al ser localizada otra joven rumana, igualmente explotada por el mismo clan familiar investigado. En el año 2011, uno de los integrantes del grupo ofreció a esta joven un alojamiento en su domicilio del barrio barcelonés de la Trinitat Vella y posteriormente la obligó a prostituirse en la carretera N-150 en el término municipal de Montcada i Reixac. Entre los métodos empleados para doblegar su voluntad, estaban las coacciones, las amenazas, que se producían incluso con un arma de fuego, agresiones físicas y detenciones ilegales, llegando incluso a encerrarla durante días en el inmueble en el que residían.
Después de cinco meses de explotación sexual, la joven se escapó de sus proxenetas, pero fue nuevamente localizada por estos, agredida y retenida contra su voluntad en un domicilio de la ciudad condal. Sus captores exigieron el pago de 2.000 euros de rescate al padre de la víctima, que se encontraba en Rumanía. Una vez que se hizo efectivo el pago fue liberada, escapando definitivamente del férreo control de sus proxenetas.
El análisis de los datos obtenidos permitió relacionar ambos secuestros con el mismo clan familiar de proxenetas. Una vez localizados los tres domicilios donde residían los miembros del grupo se procedió a su registro con la esperanza de encontrar en alguna de las viviendas a la joven supuestamente raptada, lo que finalmente no sucedió. Dos personas fueron detenidas mientras que un tercer miembro de la banda logró eludir la intervención policial.
Huyó de los proxenetas gracias a un cliente
De forma inmediata continuaron las gestiones para localizar a la víctima de los proxenetas, averiguaciones que permitieron finalmente localizarla en un domicilio de Ibiza, en compañía de un matrimonio rumano y en perfecto estado de salud. La joven llegó a esa vivienda gracias a un cliente que la ayudó a escapar de su situación de explotación. Tras su huida, los proxenetas urdieron un plan simulando su secuestro para extorsionar a sus familiares en Rumanía y conseguir que les pagaran un rescate de 1.500 euros.
Los investigadores establecieron un dispositivo de vigilancia en los lugares que frecuentaban los integrantes del clan familiar de proxenetas, que culminó con el arresto de los otros dos investigados en Barcelona. En el momento de su detención tenían en su poder el teléfono empleado para exigir el rescate a los familiares de la chica en Rumanía. Ésta manifestó haber sido captada en un pub del puerto olímpico de Barcelona, cuando aún era menor de edad, por un individuo que la engañó con falsas promesas de amor. Tras irse a vivir con éste a la Trinitat Vella, fue obligada a prostituirse durante más de 10 horas diarias en la carretera N-150, antes de cumplir los 18 años.
La Policía Nacional tiene a disposición de las víctimas el teléfono 900.10.50.90 y el correo trata@policia.es, dos medios confidenciales atendidos las 24 horas por agentes especializados. La investigación ha sido llevada a cabo por agentes de la UCRIF y de la Sección de Crimen Organizado de la UDYCO, ambas unidades adscritas a la Jefatura Superior de Policía de Cataluña; junto con Brigada Central contra la Trata de Seres Humanos la UCRIF Central; con la colaboración del agregado de interior de Rumanía en España, la Policía Local de Barberá del Vallés (Barcelona) y la Guardia Urbana de Barcelona.