@C. V. / Las mujeres tuvieron la voz cantante en la segunda noche del Eivissa Jazz. Nunca mejor dicho. Muriel Grossman demostró que, además de su gran talento como saxofonista, también sabe cantar y, además, muy bien, mientras que la madrileña Susana Sheiman cerró la velada con una actuación soberbia y muy aplaudida.
La Jove Big Band fue la encargada de abrir el concierto. El grupo, integrado por entre 25 y 30 músicos, casi todos ellos de menos de 20 años de edad, se estrenaban por primera vez en el escenario del Eivissa Jazz y superaron el examen con nota, demostrando que este género de música tiene cantera de sobra en la Isla.
La formación dirigida por Vicent Tur, que interpretó temas como ‘Sing, sing, sing’, de Benny Goodman, o un arreglo de ‘Wonderwall’, de Oasis, tuvo, eso sí, la colaboración de otros artistas, como Miguel Prats, Botja, que cantó en dos de las canciones, o de varios músicos de la Muriel Grossman Band, incluida la propia Muriel que, como ya se ha indicado, hizo sus pinitos como cantante.
Los siguientes en salir al escenario fue la propia Muriel Grossman Band, que volvió a hacer las delicias del público, aunque con la compositora de origen austríaco centrada en su instrumento, un saxofón que, en sus manos, suena a gloria.
Por último, era el turno de Susana Sheiman y Opengate, encargados de cerrar la segunda noche del festival. La madrileña está considerada una de las mejores voces del jazz español y lo demostró con creces. Sheiman, acompañada por el saxo tenor Toni Solà, el contrabajo Artur Regada, el pianista Xavier Algans y el batería Caspar Saint-Charles, emocionó y gustó a partes iguales con su gran voz y su estilo entre gospel, swing y soul.
Este sábado por la noche se clausurará esta nueva edición del Eivissa Jazz con las actuaciones, a partir de las 22.00 horas, de Threejay, que presentan el que es su primer disco, Norberto Rodríguez Quartet y el plato fuerte de Perico Sambeat Quartet.