@L.A./El grupo de PSOE-Pacte acusó ayer al equipo de gobierno de Sant Josep de cobrar a salas de fiestas sanciones como si fueran restaurantes, cuando el importe de la multa que deberían abonar asciende a más del doble.
Durante el debate del pleno, la edil progresista Paquita Ribas puso como ejemplo un expediente abierto al hotel concierto Ushuaïa por superar el horario de cierre en su fiesta de clausura del 5 de octubre de 2013 y aseguró que “se le incoó un expediente por una infracción tipificada como muy grave pero se le aplicó una sanción para restaurantes, bares y cafeterías”.
Según detalló la edil, la Ordenanza Reguladora de Horarios establece que las multas para estas actividades van de 1.501 a 3.000 euros, mientras que la sanción que debería aplicarse en este caso es la que se reserva para clubs de playa, cafés concierto y salas de fiesta, y va de 6.000 a 10.000 euros.
La edil también criticó que el Consistorio tampoco está aplicando la reincidencia en los expedientes que tramita y que siempre los resuelva con multas de 1.500 euros. “A los locales de ocio que incumplen sistemáticamente los horarios les sale muy barato”, añadió Ribas.
La reincidencia
Por su parte, el concejal de Urbanismo y Actividades, Javier Marí, defendió que es el “técnico jurídico” el que decide las sanciones que se deben aplicar y destacó que la Ordenanza reguladora de horarios “funciona muy bien” y que “por lo general, a partir de las doce no hay más música en el exterior de las actividades”.
Marí defendió que con la normativa ya se han abierto “300 expedientes sancionadores” cuando los progresistas en su legislatura solo iniciaron “25 expedientes y aquí era jauja”.
Aún así reconoció que sancionar la reincidencia es “muy complicado” porque infracción “debe ser de la misma naturaleza, la resolución del expediente tiene que ser en firme, sin recurso, y todo tiene que pasar dentro del mismo año”, detalló.
Taxis y un nuevo colegio
Por otra parte el equipo de gobierno aprobó también en el pleno la concesión de siete licencias de taxis y la firma de un convenio con un propietario de Sant Agustí para conseguir un solar donde construir un nuevo centro de educación de infantil y primaria para dar servicio a Cala de Bou, debido a su importante aumento de población.
Se trata de una parcela rústica de 13.500 metros cuadrados, que se convertirá a urbana para destinar 8.000 metros cuadrados al colegio, más de 2.000 para suelo lucrativo, y el resto para viales y espacio público.
El concejal de PSOE-Pacte Josep Antoni Prats criticó que en una zona urbana de más de 7.000 habitantes como es Cala de Bou el Consistorio no haya logrado a través de cesiones de promotores “un terreno público para hacer una escuela” y que ahora deba firmar un convenio con un particular “a cambio de regalarle suelo urbano”.