Coincidiendo con la Diada del 8 d’Agost, el Jovent Republicà d’Eivissa (juventudes de Esquerra Republicana) ha denunciado con pancartas y a través de un comunicado la especulación con la vivienda en la isla, a la vez que reclaman «medidas reales para defender el territorio frente a la gentrificación que expulsa a los vecinos y vecinas de sus barrios y pueblos».
El Jovent Republicà d’Eivissa denuncia la especulación con la vivienda «que está provocando el exilio económico de tantos jóvenes que, si tuvieran la posibilidad, seguirían viviendo en la isla»; sin olvidar tampoco a aquellos que un día se fueron para formarse académicamente o laboralmente y «no han podido regresar por los desorbitados precios de los alquileres, la imposibilidad de comprar un piso y el alto costo de vida en general en Ibiza». Una isla, además, «con unos servicios públicos insuficientes y castigados por la falta de trabajadores», añaden.
Los jóvenes exigen «medidas reales y efectivas que permitan regular los alquileres y acabar con las viviendas turísticas ilegales que existen con total impunidad». En las plataformas de comercialización «es fácil detectar estos anuncios y las multas deben ser aún más elevadas», lamentan.
Hasta ahora, subrayan, «no se han encontrado soluciones y en muchos casos se nos dice que hay que construir aún más, cuando, según datos del Consell Insular, hay alrededor de 3.000 viviendas vacías en la isla».
En este contexto, el Jovent Republicà, coincidiendo con la Diada del 8 d’Agost, ha querido dejar bien claro que los especuladores «no son bienvenidos»: la vivienda es un derecho básico y no puede utilizarse para hacer negocio, «ya sea a través de precios totalmente inasumibles para la gente trabajadora o con la comercialización turística, que reduce la oferta dirigida a los ibicencos y prioriza a los visitantes de la isla».
«Defender una vivienda digna para todos es también defender el territorio frente a la gentrificación que expulsa a los vecinos y vecinas de sus barrios y pueblos», reiteran.
Y concluyen: «Hace mucho tiempo que la calidad de vida y las condiciones materiales de los residentes empeoran, lo cual también hace imprescindible la implicación de la juventud en la lucha por los derechos sociales básicos. Decidir nuestro modelo económico y turístico es una forma de ejercer la autodeterminación».