La asociación ecologista Salvem Sa Badia de Portmany ha celebrado a través de un comunicado las medidas adoptadas por el Govern balear para regular la actividad del puerto de esta localidad de Ibiza: «A pesar de que la vuelta de los ferris al puerto de Sant Antoni aprobada por el Govern balear para junio de 2021 en adelante no fue la solución que se reclamaba desde Salvem Sa Badia y otros colectivos e instituciones, la realidad es que las condiciones impuestas por el conseller de Movilidad y Vivienda, Josep Marí Ribas, Agustinet, han acabado teniendo un resultando positivo para la bahía».
Según esta entidad, esto lo demuestra el hecho de que, en estos seis meses en que podría haberse retomado el tráfico comercial, «ninguna naviera ha solicitado hacerse cargo del servicio y la bahía ha continuado con el proceso de recuperación que se inició con la implantación de la moratoria del tráfico comercial, en 2019″.
La imposición de una eslora máxima de 65 metros como condición indispensable para poder operar en el puerto ha sido clave para que las navieras no retomen el servicio. Según Salvem Sa Badia, dicha decisión se ha acabado revelando como una solución «inteligente» por parte de la conselleria de Movilidad y Vivienda y de Ports IB. Y es que «en la práctica, se ha traducido en la desaparición del tráfico comercial en la bahía de Portmany». «Además, ajustándose a la ley y a las presiones de las propias navieras, que no querían que el puerto se mantuviera cerrado», prosigue el comunicado.
Pese a que finalmente desde el Govern se adoptó una vía indirecta, los ferris han seguido apartados de la bahía, tal y como se había pedido también desde los plenos municipales de Sant Antoni de Portmany y Sant Josep de Sa Talaia, el Comité Ciudadano de Sant Antoni y la Asociación de Hoteleros de Sant Antoni y la Bahía, según apuntan desde Salvem Sa Badia, que asegura que la situación ambiental de la bahía ha mejorado sustancialmente durante todos estos años sin ferris. «Así ha podido constatarse en las playas estas últimas temporadas, en las que el agua ha registrado mejores niveles de transparencia», destacan.
La solución implantada por Agustinet, prosiguen, «ha coincidido con otras actuaciones en la bahía, como por ejemplo las operaciones de limpieza de los fondos, que permitieron recuperar 200 toneladas de residuos y muertos ilegales, lideradas por ambos consistorios en la primavera del año pasado».
Para el medio plazo, la entidad ecologista pide la aprobación definitiva de la paralización del tráfico comercial para que las instalaciones portuarias puedan hacerse compatibles con otros usos sociales o culturales, al tiempo que solicitan que estas estén preparadas para posibles emergencias.
«Ha quedado claro que el futuro del turismo en la bahía de Portmany pasa por su cuidado medioambiental y la puesta en valor de su patrimonio natural. Entre todos tenemos que seguir trabajando para eliminar los impactos que perjudican a este entorno», expone el comunicado enviado a Noudiari.
Al margen de estos datos, Salvem Sa Badia también muestra preocupación por dos ferris que se encuentran en el puerto del municipio portmanyí: «Produce cierta inquietud la presencia de los dos ferris de una naviera local que llegaron de Canadá el pasado septiembre y que aún permanecen amarrados en el puerto, realizando trabajos de mantenimiento a pesar de que ambos superan el límite máximo de eslora implantado por el Govern balear».
Un proyecto para proteger la bahía
La iniciativa Salvem Sa Badia de Portmany fue puesta en marcha en diciembre de 2019 y sus objetivos son «visibilizar las amenazas que ponen en peligro la bahía, frenar su deterioro e impulsar la progresiva recuperación de su calidad medioambiental. Para ello, se pretende incorporar a toda la sociedad del entorno e iniciar un proceso de concienciación popular sobre la importancia de conservar y proteger el entorno de la bahía, al ser un elemento clave para la economía local, la convivencia social y el equilibrio natural».