El Ayuntamiento de Sant Joan de Labritja ha aprobado por unanimidad trasladar al Consell Insular la expropiación de la ruina de Cala d’en Serra, que lleva afeando el paisaje desde hace medio siglo y que es considerado como uno de los «cadáveres de hormigón» de España. Durante el pleno extraordinario de este viernes, la alcaldesa, Tania Marí, ha destacado “la especial importancia de garantizar la recuperación del espacio y su conservación, así como asegurar una gestión coherente con las protecciones de las que goza y, además, garantizar que a largo plazo, el uso al que se destina el terreno sea el de la conservación del hábitat y especies que existen en la zona, siendo esencial la prevención de incendios forestales y la preservación de la fauna presente”.
En este sentido, ha recordado que “después de caducar la licencia existente de 1975, se llegó a un acuerdo con el Consell para que sea la administración insular la que adquiera dicho terreno para proceder al derribo de la estructura en un menor plazo”. De esta manera, se asegura la efectiva demolición y eliminación del riesgo y del impacto que representa para el medio ambiente y para los usuarios de la cala. “Finalmente, se ha optado por que sea la máxima institución insular quien expropie los terrenos y restituya la zona a su estado original, dado el nivel de peligrosidad y riesgo de derrumbe. Con ello adelantamos plazos y cumplimos con uno de nuestros compromisos electorales”, ha expresado Marí.
La alcaldesa ha agradecido la colaboración y apoyo recibido por parte del Govern y del Consell y ha recordado que su objetivo «está más cerca que nunca gracias a la declaración de su utilidad pública en el Decreto Ley 3/2024”.
Asimismo, se considera de interés insular que sea debidamente protegido el uso y disfrute público de la zona de servidumbre de protección de la costa, en atención a que “estamos ante una playa virgen de especial interés y alto valor ecológico y tradicional, que los usuarios serán los residentes de la isla así como sus visitantes, y se deberán definir las diferentes actuaciones para garantizar un adecuado mantenimiento ambiental de la finca, a la vez que permita ofrecer un uso público coherente con los valores de conservación de este entorno natural”.
Como curiosidad, un vídeo de parkour grabado en estas ruinas (y que puede verse debajo de estas líneas) ganó en 2017 un premio en un certamen de cortos de Estados Unidos, el New York City Dron Film Festival. Fue rodado íntegramente en Cala d’en Serra, en una edificación que tenía que convertirse en un hotel hace nada menos que 50 años y que nunca llegó a terminarse. Ahí siguen los restos, para vergüenza de todos.
Por otra parte, el pleno municipal ha aprobado el proyecto básico de depósito regulador de agua desalada con capacidad de 2.000m3 y redes de enlace para el núcleo urbano de Sant Miquel y la futura conexión del Puerto. También ha dado luz a la aprobación inicial de la ordenanza reguladora de la prestación patrimonial de carácter no tributario relativa a la prestación del servicio municipal de saneamiento de aguas en el TM de Sant Joan de Labritja.