El Ayuntamiento de Santa Eulària está realizando, en colaboración con personas alimentadoras de gatos, un censo «real y fidedigno» de las colonias existentes en el municipio y del número de animales que las integran, para poder definir tanto «las medidas más adecuadas para darles una cobertura real y adaptada» a sus necesidades como los recursos «económicos, de material o de personal que deben destinarse».
«Conocer la situación real y la cifra de animales afectados son datos imprescindibles para no actuar de forma arbitraria y poco efectiva que no dé solución a los problemas reales que se plantean para el bienestar de los gatos, animales domésticos que no deben vivir en la calle y cuya actividad afecta a la fauna local», ha señalado el Consistorio en un comunicado de prensa.
Además, el Ayuntamiento está redactando un borrador de programa de gestión de colonias felinas, «a la espera de las directrices que deben llegar a través del Govern», y un programa de colaboración con las fundaciones y las asociaciones existentes en el municipio, han añadido.
«Estos pasos son necesarios para actuar de forma coherente con la biodiversidad y los objetivos de salvaguarda de los intereses de toda la fauna y la flora, especialmente la autóctona, manteniendo el equilibrio del ecosistema», han indicado.
Con todo ello, desde el Consistorio han asegurado que, «a pesar de las dificultades», están cumpliendo con la nueva Ley de Bienestar Animal, cuyos objetivos generales «comparten» pero que, tras su aprobación, «presenta todavía algunas lagunas en cuanto al desarrollo normativo necesario para su aplicación».
«Los redactores de la ley establecen obligaciones para las administraciones locales que representan una carga muy importante en cuanto al uso de recursos para el control, protección y bienestar de los animales. Estas obligaciones supondrán cientos de miles de euros en cubrir los programas que se demandan y cientos de horas de técnicos, celadores y policías locales para su aplicación», han señalado, a la vez que han lamentado que no se hayan ofrecido medios para compensar «las nuevas cargas».
Bla bla bla, la concejala debería dimitir, no vale para la politica.