La Policía Local y el departamento de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Santa Eulària han desarrollado una campaña de control de animales de compañía en vía pública para evitar situaciones potencialmente peligrosas y para reducir las situaciones incívicas por parte de los propietarios de mascotas.
Tras controlarse a más de un centenar de animales en todas las Parroquias del municipio se impusieron 22 sanciones, entre las que destacan 16 por no tener a los perros inscritos en el censo municipal de ADN canino, dos por haber positivos en las pruebas de ADN en heces y que sin este sistema no se podrían haber sancionado, y otras cuatro relacionadas con la normativa específica de los denominados Perros Potencialmente Peligrosos (PPP).
El control de la presencia de mascotas en vía pública, fundamentalmente perros, «es una tarea habitual que se ejerce desde la Policía Local y desde el departamento de Medio Ambiente, pero se decidió hacer una campaña extraordinaria antes de la temporada turística y después de semanas en que también se realizaron batidas informativas», recuerdan.
La inmensa mayoría de las personas con perros que circulaban por la vía pública tenían a sus animales cumpliendo con las ordenanzas de la materia, llevándolo bien sujeto, teniendo toda la documentación en regla y con elementos para retirar heces del suelo y líquido para limpiar los orines.
En el caso de los infractores, en la mayoría de los casos se les multó por no haber cumplido con la obligación legal, establecida desde hace año y medio, de tener inscritos a sus animales en el censo de ADN canino. Esta prueba es indolora para el animal, ya que se usa saliva y se realiza una única vez en la vida del animal, con un coste de 37,50 euros.
La información al respecto puede consultarse en el apartado de Medio Ambiente de la web www.santaeulariadesriu.com, donde también se puede solicitar cita. La sanción por no estar incluido en este registro es de hasta 300,50 euros. Actualmente se han superado los 2.000 animales registrados y se han impuesto 33 sanciones, 22 por positivos de animales que ya estaban registrados en el momento de la prueba y otras 11 que en su momento no tenían correspondencia en la base de datos pero al censar al animal se pudo comprobar, y sancionar, la infracción.
Estas actuaciones permitieron también extender dos boletines de sanción por no recoger las heces de la vía pública. En este caso la multa es también de hasta 300,50 euros en caso de que no se produzca reiteración.
Por último, se realizaron cuatro multas por infracciones ligadas a PPP los cuales, además de las limitaciones que tienen el resto de perros cuando estén en vía pública, también cuentan con otras obligaciones para sus propietarios como la tenencia de un seguro obligatorio, un permiso específico o el uso del bozal en todo momento, entre otras. En concreto, se sancionó a dos personas. En un caso el perro no llevaba el bozal (2.200 euros de sanción) y no tenía licencia (2.500). En el otro expediente, el animal no estaba registrado en el censo de ADN e iba suelto (2.000 euros).