El Ayuntamiento de Santa Eulària des Riu ha presentado dos planes en la convocatoria extraordinaria realizada por el Ministerio de Industria dentro de su Estrategia de Sostenibilidad Turística en Destino que forma parte del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. El Consistorio solicita la llegada de 47,33 millones de euros con la intención de impulsar proyectos destinados a renovar y mejorar las zonas turísticas de es Canar, s’Argamassa y Cala Pada, mejorar la seguridad y conectarlos con un carril cicloturista al núcleo de santa Eularia, así como a fomentar el turismo MICE y la desestacionalización a través de la construcción de la segunda fase del Palacio de Congresos. En los próximos tres años, el plan de modernización y competitividad del sector turístico de la Secretaría de Estado de Turismo reserva una partida de 1.858 millones de euros para las convocatorias extraordinarias de Planes de Sostenibilidad.
La demanda formulada por el Consistorio se divide en dos intervenciones. La primera de ellas es un conjunto de actuaciones transformadoras de los ámbitos turísticos de es Canar, s’Argamassa y Cala Pada, cuyo presupuesto estimado de ejecución durante los próximos tres ejercicios sería de 11,68 millones de euros. El proyecto se divide, a su vez, en una quincena de actuaciones entre las que destacan obras ya previstas y en diferente grado de preparación como son la realización de un carril bici entre s’Argamassa y Santa Eulària (contemplado dentro de la fase final de reforma de la carretera de es Canar), la renovación de pluviales en es Canar para evitar vertidos, así como la peatonalización y embellecimiento del paseo marítimo de es Canar (pendiente de inicio de las obras). Otras propuestas de nuevo planteamiento sería la creación de un pulmón verde en s’Argamassa y un Centro de Interpretación del acueducto, la implantación a alumbrado led, la generación de 36 puntos de recarga eléctrica de vehículos o implementar un sistema público de movilidad en bici, entre otros.
Mediante este conjunto de intervenciones se pretende mejorar la movilidad y hacerla más sostenible, ayudar a descubrir los atractivos turísticos, ambientales y culturales del entorno, reducir los consumos energéticos y las emisiones contaminantes y, en general, un incremento de la calidad de vida de los visitantes y residentes.
Como segunda propuesta se aborda el desarrollo del sector del turismo MICE (siglas en inglés para congresos, convenciones y demás encuentros sectoriales o profesionales) a través del desarrollo de la segunda fase prevista del Palacio de Congresos, si bien ampliando los elementos de sostenibilidad, digitalización y equipamiento cultural, así como mejora de los espacios naturales anexos. Así, la propuesta presentada incluye un total de 35,67 millones.
Ahorro de energía y más para el Palau
En el proyecto se contempla la instalación de sistemas de ahorro de energía y de monitorización del fluido generado mediante sistema fotovoltaico, convirtiéndolo en un edificio 100% autosuficiente. Pero también se plantea la posibilidad de una cubierta ajardinada, la creación de un espacio escénico avanzado y de un aparcamiento ‘inteligente’, el cual ampliaría en una planta la última propuesta planteada para ayudar a descongestionar la zona.
Al completarse el proyecto de Palacio de Congresos se estima que este será un elemento dinamizador por excelencia de la economía de Eivissa, posicionando a la isla en un segmento de calidad, respetuoso y sostenible. Será, además, un incentivo de creación de nuevos empleos y empresas en el sector turístico y aumento de la competitividad del tejido empresarial existente, tanto entre la oferta hotelera, como las de restauración, ocio, comercio, transportes y relacionadas con el segmento, como por ejemplo las DMC o las de alquiler de mobiliario para eventos, aumentando así la calidad de vida de los residentes, principales actores de este tejido empresarial. Por último, como efecto ‘colateral’ se espera una mejora de la accesibilidad a la isla, gracias al aumento de rutas y frecuencias fuera de temporada.
Ambos proyectos incluyen buena parte de los objetivos de la Estrategia de Sostenibilidad Turística en Destino que marca el Gobierno y que son, básicamente, “regenerar el litoral, esponjar edificaciones, aumentar la eficiencia energética, mejorar espacios e infraestructuras públicas y de embellecimiento, frenar el cambio climático, desarrollar la complementariedad con otros productos, consolidar la oferta alojativa a través del desarrollo de productos complementarios, reconvertir infraestructuras costeras, reducir la saturación aplicando TIC a los flujos turísticos, avanzar en la gestión inteligente de los residuos y restaurar los ecosistemas”.