El Ayuntamiento de Santa Eulària ha pedido la colaboración ciudadana para atajar la proliferación de grafitis en la vía pública, especialmente en aquellos elementos de tipo patrimonial puesto que, además del problema estético que suponen, presentan el problema añadido de que la limpieza de las pintadas puede poner en riesgo la integridad de dichos elementos que se han conseguido conservar desde hace décadas o incluso siglos.
En caso de observar una actividad incívica de este tipo se puede llamar a la Policía Local (971330841) y también se pueden notificar a través de la aplicación móvil Línea Verde presente en las tiendas de aplicaciones tanto de Android (Play Store) como de Apple (AppStore).
Las pintadas son actuaciones difíciles de perseguir «puesto que se suelen realizar en lugares de poco tránsito o, en caso de que sí que estén frecuentados, en horarios nocturnos y de forma rápida y discreta», relatan.
Los grafitis «afean los espacios públicos comunes, estropean elementos públicos y privados y suponen un gasto para las arcas municipales, que cada año tiene destinar unos 10.000 euros extra y muchas horas de personal para realizar las reparaciones del mobiliario urbano», lamentan. A esto habría que añadir los esfuerzos que deben hacer los propietarios privados, también afectados por esta lacra.
Esta situación es especialmente dolorosa en el caso de los grafitis realizados en elementos patrimoniales o entornos de especial protección o significación como fachadas de iglesias, casas o elementos protegidos como los puentes del Río de Santa Eulària.
En estos casos, al problema estético de la nula calidad de los dibujos y el afeamiento del entorno se suma el hecho de que si se deben usar reactivos que eliminen la pintura —como ocurre cuando se ha pintarrajeado sobre piedra— su composición puede tener también efectos sobre el material de base, favoreciendo su daño.
Hasta 1.500 euros de multa, reparación del daño y responsabilidad paterna
A este respecto cabe recordar que, según la Ordenanza de Convivencia Cívica, las pintadas constituyen una falta grave cuya sanción es de entre 751 y 1.500 euros así como la obligación de reparar el daño realizado o asumir el coste si ya lo ha realizado el Consistorio.
En determinados casos, la sanción puede ser sustituida por trabajos comunitarios y, en el caso de los menores de 16 años, se recuerda que los responsables legales son los padres o tutores legales.