@Susana Prosper/ Veo un campo recién arado. Hay una bandada de gaviotas posadas sobre la tierra roja. Están todas quietas, mirando fijamente hacia el este ¿Qué mirarán tan serias? Al este, a poca distancia de ellas, hay un cuervo negro que las observa desafiante. De pie, firme, seguro de sí mismo.
Me han regalado unos prismáticos. Estoy feliz. Echaba de menos poder observar tranquilamente la vida. De niña pasé horas y horas mirando a través de unos prismáticos que tenía mi padre. Se guardaban en una funda rígida de piel marrón, que olía a aventuras. Me parecían los prismáticos de un explorador, pesaban mucho. Ver las copas de los árboles, las nubes, los pájaros, me hacía viajar por el mundo. Observar la vida me ayudaba a entenderla.
De niña pasé horas y horas mirando a través de unos prismáticos que tenía mi padre. Se guardaban en una funda rígida de piel marrón, que olía a aventuras.
Lo bueno de mirar con unos prismáticos es que no interfieres en la escena, ves las cosas tal y como son. En estado puro. Si en vez de mirar a las gaviotas y al cuervo desde la distancia, hubiera querido acercarme para poderlos ver, habría modificado la situación. Muy probablemente habrían salido todos volando al notar mi presencia. Nada habría sido lo mismo.
Todos deberíamos mirar alguna vez a través de unos prismáticos, de un telescopio y de un microscopio. Acostumbrados a ver sólo lo que hay a nuestro alrededor, nos olvidamos de todo lo que existe más allá de nuestro campo de visión. Eso hace que tengamos una percepción del mundo muy limitada, casi ridícula. La vida es infinitamente más amplia, más compleja, mucho más rica. La vida es tantas cosas, que es maravillosa.
Si sólo tenemos en cuenta nuestro campo de visión, si ese cachito tan pequeño que vemos es todo nuestro mundo, entiendo que haya quien piense que la vida no tiene mucho sentido. Aunque también hay gente que al ver el espacio infinito o unas células en movimiento, se siente poca cosa. Sentirse poca cosa ante la inmensidad es sano. Sentirse pequeño ante las pirámides de Egipto hace que apreciemos la grandeza de la humanidad. Sentirse diminuto ante la visión de Júpiter hace que seamos conscientes de la enormidad de nuestro sistema solar. A su vez, nos debería hacer sentir importantes. Importantes porque estamos aquí y formamos parte de todo eso.
Mirando a través de un microscopio, nos podemos llegar a sentir enormes, tan enormes como decía Walt Whitman: “Soy inmenso. Contengo multitudes”. Y es así. Para una célula, nosotros somos su universo. Y es que realmente somos inmensos, contenemos multitudes. Somos capaces de crear vida, de crear arte, de amar, de soñar despiertos, de observar y analizar, de inventar, de investigar… Pero todo eso a veces se nos olvida por culpa de mirar en corto tan a menudo. Mirar sólo lo que está a la vista es mirar demasiado cerca. Tan cerca que no llegamos a enfocar bien la imagen.
Mirar sólo lo que está a la vista es mirar demasiado cerca.
Tengo la sensación de que la vida es como un cuadro impresionista. Vista de cerca son pinceladas sin más. No dice nada, o bien poco. Vista desde la distancia justa, dice todo. Dice muchísimo más de lo que podríamos imaginar.
Un átomo, un planeta, un humano… Entre todos formamos este todo. Pero eso sólo lo vemos mirando desde diferentes distancias, desde diferentes puntos. Sigo pensando que observar me ayuda a entender, aunque cuanto más aprendo, más preguntas se me ocurren. Imagino que eso también forma parte del juego de la vida.
Ahora, si no os importa, voy a seguir observando. Tengo tanto por ver que no me va a dar tiempo.
Muy bien visto.
Gracias! y hasta la vista 🙂
Susana, tus artículos los disfruto sobremanera por tu genial estilo de escritura. Tienen «alma». Me siento afortunado de tener la oportunidad de poder leerlos. Gracias y felicidades de nuevo.
En mi caso, como amante de la naturaleza que soy, trato de no interferir, molestar o perjudicar a los seres vivos. Así que unos prismáticos son la solución ideal para conseguirlo.
Saludos.
Jose, te agradezco enormemente lo que me dices. No sabes cómo me alegra.
Observar la naturaleza con prismáticos es algo casi mágico.
Un saludo
Gracias por tu genial forma de escribir, eres fantástica. Voy a intentar hacerme con unos prismáticos. Ya te contaré.
Hazlo Puri! No sabes lo fantástico que es.
Muchísimas gracias por los piropos y por leerme siempre.
Si, aunque «lo esencial es invisible» estoy por pillar unos prismáticos… O incluso estoy por probar un acercamiento progresivo … Me enternecio el zorro que queria lo domesticasen, dia a dia, minuto a minuto, segundo a segundo….