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Tras largos años de espera para abrir el Monográfico del Puig des Molins, ahora toca el turno del Museo Arqueológico. Después de dos años cerradas por problemas de humedades, las instalaciones de Dalt Vila están pendientes de las obras de reforma y la reinstalación de todas las piezas, ahora albergadas en almacenes de es Puig des Molins.
De momento, se prevé que los subdirectores de Obras y Museos del Ministerio de Cultura visiten Dalt Vila a lo largo del próximo mes y así comprobar el estado de las instalaciones. Según explicó ayer el director del Arqueológico, Jordi Fernández, «el problema de las filtraciones de agua parece solucionado desde la reforma del Baluarte, pero ahora el problema es que las maderas que formaban las vitrinas han quedado deformadas por el agua».
Reubicación
De hecho, se llegó a contemplar la posibilidad de reubicar el Museo Arqueológico en otro edificio, cosa descartada por la situación económica. Acompañado de la directora general de Cultura del Govern balear, Isabel Cerdá, ambos mostraron su confianza en que la reapertura del Museo pueda ser lo más breve posible, aunque no prevén plazos.
Fernández calcula que a finales de este año pueda estar listo el proyecto arquitectónico, del que después dependería el proyecto museístico para redistribuir las exposiciones. Según explicaron, uno de los problemas para renovar el espacio es la instalación de los aseos, ya que estos están en una casamata de la que cuelga una tubería de pvc que con las obras ha quedado al descubierto en la muralla. El presupuesto de las obras y cuándo puedan ser una realidad es un dato que de momento nadie se atreve a vaticinar.
Actividades
La visita de Isabel Cerdá se debió a la presentación de las actividades divulgativas del Museo para el próximo semestre, que van desde exposiciones de artesanía a cursos de restauración de cerámica, cine infantil o visitas en familia, además de talleres de arqueología o visitas teatralizadas. El programa detallado de las actividades se puede consultar en la web del Museo.