@Noudiari / «En los últimos tiempos la lengua catalana ha sufrido numerosos intentos de fragmentación. En algunos casos, estos intentos provienen de asociaciones y fundaciones que tienen como único propósito de empequeñecer nuestra lengua. En otros, incluso, este fomento del secesionismo lingüístico lo hacen las mismas instituciones y administraciones públicas, un hecho que lo hace todavía más grave porque se ataca directamente el patrimonio lingüístico y se ningunea el rigor científico y académico de los expertos en filología. Todo esto pasa contra una lengua que comparten más de 10 millones de ciudadanos europeos de Andorra, España, Francia e Italia», así lo denuncia la ONG en catalán Plataforma per la llengua que ha puesto en marcha una campaña para revertir la situación.
«La lengua de estos territorios es conocida académicamente e internacional con el nombre de lengua catalana. Tiene un origen milenario y esto ha dado lugar a una realidad unitaria dentro de su diversidad, tal como lo reconoce la lingüística románica partiendo de los criterios científicos habituales», añade.
Esta unidad lingüística «no se ve en ningún caso cuestionada por la existencia otras denominaciones territoriales, tradicionales o populares». «En todos los casos, estas denominaciones alternativas se refieren a la misma lengua. De hecho, el catalán es, lingüísticamente, una de las lenguas más unitarias de su entorno, especialmente si se compara con otros, como por ejemplo el alemán, el italiano, el portugués o el mismo castellano», subrayan en una nota.
La unidad de la lengua catalana es, por lo tanto, «un hecho empírico y administrativo, independientemente del nombre que reciba cada tipo de habla. El Tribunal Constitucional español, en su sentencia 75/1997 de 21 de abril sobre los Estatutos de la Universitat de València, valida la equivalencia entre valenciano y catalán, como también lo hace el Tribunal Superior de Justicia valenciano, que anuló una orden de la Generalitat Valenciana que no aceptaba el título de Filología Catalana como prueba suficiente del conocimiento de la lengua valenciana».
Todo esto parece que no es suficiente para otras instituciones, denuncian «como el Gobierno de España o la Abogacía del Estado, que hace unas semanas consideraba en un escrito que el valenciano y el catalán no son la misma lengua, porque no es reconocida a nivel legislativo y porque “jefe otro estatuto de autonomía prevé el valenciano como lengua cooficial”, puesto que a las normas de Cataluña y las Islas Baleares figura la lengua catalana».
«Fragmentar la lengua sale caro»
Las consecuencias de estos intentos de rotura de la unidad de la lengua catalana «son evidentes y negativas para el mismo catalán, pero, especialmente, para la ciudadanía, a quien le sale caro, le supone más dolores de cabeza y le quita derechos lingüísticos», según ha afirmado Ivan Solivellas, delegado de la Plataforma per la Llengua en Baleares.
Un ejemplo de esta voluntad de romper la lengua «la encontramos en portales webs o documentos del gobierno español y entes estatales en general, que ofrecen las opciones lingüísticas de catalán y valenciano separadas —cómo si fueran lenguas diferentes—. Este fenómeno se ha reproducido en los servicios de atención y difusión comerciales de algunas empresas —como por ejemplo supermercados, grandes superficies o entidades bancarias—, que diferencian entre catalán y valenciano», denuncian desde la ONG.
«La Administración General del Estado practica asiduamente el secesionismo lingüístico y nos preocupa que esta actitud crezca», ha manifestado Solivellas. Según ha constatado la Plataforma por la Lengua, durante el 2018 todavía aparecieron más portales web que ofrecían esta distinción: el 38,71% de páginas con algún contenido en catalán lo tratan como si no fuera una sola lengua, mientras que el 2017 lo hacían el 30,10%.
«Otra consecuencia es la incapacidad y la carencia de voluntad política de los gobiernos andorrano, catalán, valenciano, balear, aragonés, norte-catalán y sardo de trabajar conjuntamente por el catalán. La carencia de reciprocidad de los medios audiovisuales de habla catalana es una muestra, como también que todos estos ejecutivos no tengan una participación al Instituto Ramon Llull, cosa que hoy no es posible por temor de algunos de ellos a que esto pueda generar falsas polémicas», denuncian.
En el campo de los contenidos audiovisuales, se da la circunstancia que hay series o películas que se han doblado en tres variedades diferentes de lengua catalana, dado que tanto IB3, como Canal 9/A punto, como TV3 han hecho sus propias versiones en lugar de compartirlas.
Otra muestra de la carencia de equivalencia entre vías para acreditar la capacidad en lengua catalana, es que ha provocado un follón para los ciudadanos que quieren optar a acceder en una plaza a la administración pública de otra comunidad autónoma de habla catalana.
‘Somos 10 millones, somos una lengua’
A causa «de esta descoordinación política y cultural de los gobiernos de los territorios de habla catalana», la ciudadanía «pierde oportunidades y también conciencia de la unidad de la lengua».
Tal como constata esta ONG del catalán, solo el 44,5% de la ciudadanía de Cataluña considera que “el valenciano, mallorquín y catalán son la misma lengua”, mientras que el 51% piensa que no.
Además, lo más alarmante de estos datos es la clara tendencia regresiva que presentan las nuevas generaciones: cuanto más jóvenes, menos conscientes son de la unidad lingüística. «Ante esta realidad y de los peligros que esto supone para los mismos hablantes», la Plataforma por la Lengua pone en marcha la campaña ‘Somos 10 millones, somos una lengua’-
El objetivo de la campaña es sensibilizar a la población catalanoparlante deque, más allá de las denominaciones populares, «todos compartimos un mismo idioma, la lengua catalana, y que los intentos secesionistas y la carencia de coordinación política salen caros a la ciudadanía».
«A nivel político, la campaña busca la adhesión de la ciudadanía a una carta que se enviará a los presidentes de los territorios del dominio lingüístico del catalán», explican. El texto «pide el compromiso de los dirigentes de impulsar y votar una iniciativa que reconozca que, sin ningunear la diversidad dialectal existente como en cualquier otra lengua, la lengua catalana es la propia de todos estos territorios. De hecho, la campaña cuenta con el apoyo del Govern de Balears, el Consell de Menorca y la Generalitat de Cataluña, entre otros.
Más información en www.som10milions.org.