El escritor ibicenco Toni Montserrat presenta este sábado a las 19 horas en el Palau de Congresos de Santa Eulària su novela Mala Mar (Ed. Plaza & Janés), la segunda entrega de la serie balear que arrancó con Isla Negra el año pasado. De nuevo, como en su exitosa presentación del año pasado en Jesús, estará acompañado por Maria des Pou y Maria José Amengual.
Esta vez lleva a los lectores a la Mallorca de 1866. Dos años después de los sucesos que transcurren en Ibiza en Isla Negra, su protagonista, Marc Guasch, y a su esposa, Lucía Lequerica, viajan a la isla vecina. El motivo es alegre: acompañan al hermano de Guasch (Claudio) y a su esposa, Apolonia, mallorquina, a disfrutar de los festejos y del baile de disfraces del Círculo Mallorquín. Pero un horrible asesinato empañará las celebraciones y Marc Guasch se empleará de lleno en la investigación.
Hace casi exactamente un año presentaba su primera novela, editada, además, por una gran editorial como Plaza & Janés, y ahora llega su segundo libro… ¿se podía imaginar todo esto antes de publicar Isla Negra?
El principal sorprendido soy yo [ríe]. Los editores me sugirieron que sería interesante publicar en junio de 2024 otra novela ambientada en Baleares y otra más dentro de un año, para que la gente que se ha enganchado a la primera tenga una continuidad. Les dije que sí. Ha sido un año de mucha disciplina, de meterle horas, de marcarte plazos… Yo estoy muy contento con el proceso y el resultado.
De manera casi meteórica se ha convertido en un escritor profesional. ¿Cómo ha vivido este año?
Matizo lo de escritor profesional porque no voy a vivir de la escritura ni de broma [ríe], pero en cuanto a la dedicación, sí. Este año ha sido trepidante, precioso, me he sentido en un estado de agradecimiento constante con la gente. Amigos, conocidos y desconocidos han venido y me han felicitado por el libro, diciéndome que les había encantado y que habían descubierto una Ibiza que desconocían. Feliz porque mi sueño era conseguir que los ibicencos se sintieran identificados con el libro y lo vivieran como propio. Que Isla negra formara parte, de alguna forma, del ADN ibicenco y creo que la gente lo ha recibido con mucho cariño, que ha agradecido poder sumergirse en esa Ibiza del pasado y ha sido impresionante. Todavía me emociono de pensarlo.
Usted es consultor y empresario y ha tenido diferentes ocupaciones e inquietudes en su vida. ¿Cómo es el Toni Montserrat autor literario?
Ser autor literario tiene como dos vertientes. Una es la de escribir y documentarse durante muchas horas en casa encerrado, aunque interactúas con historiadores, archivos, bibliotecarias… y luego tiene la otra vertiente, que es la de estar aquí haciendo esta entrevista, estar con los medios, con los lectores, presentar el libro… y como soy una persona extrovertida pero que, a su vez, está muy bien sola y vive bien la soledad, me siento cómodo en todos los terrenos: un día en casa leyendo y otro día como el sábado que viene presentando el libro delante de la gente. Todo me va bien.
¿Y participar en encuentros literarios, ferias…?
Me ha hecho feliz tener experiencias con otros escritores, haber estado en el Certamen de Novela Histórica de Úbeda, en el Getafe Negro, Morella Negra… todas estas experiencias con otros escritores, editores y lectores de fuera de la isla han sido estupendas. Muy agradecido con todas las experiencias y con este año trepidante.
¿Y cómo asume la crítica?
No he recibido feedback negativo de Isla Negra. Me llamaron la atención en Madrid por el hecho de que no hubiera un glosario con las expresiones que salen en ibicenco y que sí he incluido en Mala Mar. Cuando llegue la crítica, siempre que sea constructiva y planteada con educación ¿por qué no? Te ayuda a mejorar. Puedes tomar nota y reflexionar; necesariamente tienes que estar receptivo a ello.
¿Ha sufrido el clásico vértigo de la segunda novela tras la buena aceptación de la primera?
La verdad es que no. Ni me lo he planteado. Al final sí sentía curiosidad por saber si gustará más o menos o igual… A los ‘lectores cero’ les ha gustado más incluso que Isla negra.
Como autor, ¿cree que ha mejorado con respecto a la primera?
Sí. El Toni que ha escrito Mala Mar es un Toni más maduro, ha aprendido de la corrección de Isla Negra con mi editor Alberto Marcos, que fue como un máster. El libro lo había escrito por instinto y tenía cosas por mejorar y pulir. Ese proceso de corrección, con el editing de Alberto, fue muy enriquecedor. Las revisiones que hice sobre el libro me sirvieron para aprender a escribir de otra manera, más eficiente, y eso ha sido imprescindible para que haya escrito Mala Mar comparativamente en tan poco tiempo.
¿Cuál ha sido su disciplina diaria para trabajar en la novela?
Me levantaba por la mañana y hacía todas las gestiones de mi trabajo: bancos, reuniones, gestiones… Si podía, iba un rato a la biblioteca de Can Ventosa por la mañana y a desayunar a Es Cantonet, que ha sido mi bar de referencia y, además, ¡me encanta escribir en los bares! Después de ir a buscar a los niños al cole y comer en casa me ponía a trabajar en el libro hasta las tres de la madrugada.
Así que ha sido escritor de tarde…
…Más bien escritor de noche, que es cuando hay tranquilidad máxima. Al libro le he dado prioridad absoluta y he invertido noches, domingos…
Isla Negra está ambientada en Ibiza, que es su isla natal, y Mala Mar, en Mallorca, ¿el trabajo de documentación ha sido más arduo por ello?
Ha sido más sencillo, en el sentido de que hay muchos libros escritos sobre Mallorca, mucho historiador, mucho documento… Hay mucho material disponible de Mallorca, aunque en Ibiza tenemos la Enciclopèdia, que es un privilegio, y la fuente principal ha sido de nuevo el Arxiduc Lluís Salvador, como lo fue para Isla Negra. En el caso de Mallorca, había seis tomos. Me he documentado con muchísimos libros más y luego había un estudio muy interesante sobre el cólera y sobre cómo se había gestionado en Palma, porque el libro transcurre tres meses después de la epidemia y me interesaba mucho explicarlo y las consecuencias que tuvo a nivel político y para la población. Solo en la ciudad de Palma hubo 2.000 muertos, muchos de los cuales fueron culpa de la mala gestión del Gobernador, que obró con mala fe para destrozar al alcalde.
La primera novela la inspiró un artículo de la historiadora y directora del Arxiu Històric d’Eivissa, Fanny Tur. ¿Mala Mar ha tenido también un origen definido?
En este caso, no. Mi planteamiento inicial era ubicar el crimen entre enero de 1864, cuando transcurre Isla Negra, y el verano de 1867, cuando llega el Arxiduc a las islas. Quería que fuera antes de la llegada del Archiduque porque tengo otra historia ambientada en Ibiza ya empezada, con él como uno de los protagonistas. Esta será la cuarta o quinta entrega de la serie.
¡Entonces no es una trilogía!
No, es una serie, la hemos rebautizado [ríe]. Habrá una novela ambientada en Menorca, otra en Formentera y otra en Ibiza, que ya tengo en marcha. Tengo un listado de temas sobre Ibiza de los que quiero hablar como el ball pagès, ses emprendades, les ballades de pou, les fuites… cosas pendientes porque quiero contar cómo era Ibiza. Incluso quiero hacer otro libro sobre Mallorca, a caballo entre el siglo XVII y el siglo XIX. Dos historias en paralelo y hablar de la historia de un xueta [descendientes de una parte de los judíos mallorquines conversos al cristianismo]. El mundo de los xuetes es tan duro que merece la pena narrarlo… Y también quiero escribir sobre la historia de la construcción de las murallas de Ibiza…
¡Pero tiene usted libros aquí para escribir hasta 2050!
Es una locura, pero son temas que tengo en la cabeza y cada vez veo más claro el calendario.
En la primera presentación le arropó toda la gente que le quiere y le conoce, que es mucha, y los que teníamos interés en el libro, pero ahora tiene lectores y lectoras que no sabían nada de usted, que le han conocido por su libro y que irán este sábado al Palacio de Congresos.
Dentro de las vivencias de este año es impresionante la cantidad de gente que he conocido, gente interesante, de la que aprender… un abanico variado con un factor común que es el amor por la Ibiza del pasado. Me da un poco de miedo la gente que pueda venir porque muchos amigos tienen compromisos, viajes y no pueden estar… estoy un poco a la expectativa de ver quién vendrá. Lo hago en el Palacio de Congresos porque en el Centre Cultural de Jesús se quedaron 50 personas de pie y al menos quiero que toda la gente que venga se pueda sentar, no aspiro a llenarlo [ríe]. Si tuviera que destacar algo de este año y tres semanas que he vivido como autor sería la presentación en Jesús, fue maravillosa. El sentirse tan arropado fue impresionante y se me pone la carne de gallina al recordarlo.
¿Cómo cree que acogerán el libro en Mallorca?
Lo presento el 26 de junio a las 19 horas en el palacio de Can Vivot, uno de los escenarios que más aparece en la novela. Un lugar alucinante. Quiero evitar a toda costa el ‘aquí viene un listillo de fuera, un ibicenco a explicarnos lo que somos’. Humildad total. He leído mucho y me he documentado para ambientar esta historia allí. Espero haber reflejado bien esa Mallorca de 1866, ese momento histórico, una foto de cómo era aquella ciudad, el post cólera, la pobreza de la gente, esos 600 niños de entre 0 y 6 años en el orfanato… Esa Palma se explica bien en la historia. Mi sueño es que los lectores de Isla Negra sigan a Guasch, Lucía y Riera en Mala Mar. Aspiro a que sigan con ese cariño que tienen hacia los protagonistas y, para los nuevos lectores mallorquines, pediría o mi sueño sería que disfruten de una historia bien ambientada y con la que espero que puedan aprender cosas de cómo era su ciudad. Creo que a todos nos gusta leer historias que transcurren en casa y me gustaría que se sumergiesen en su isla del pasado, la disfruten y compartan.
Enhorabna Toni! Molta sort i èxit! insta-call a n’aquesta novel.la