Tres personas residentes en Ibiza han denunciado a un hombre que les ha estafado 83.000 euros. El 6 de mayo de 2021 pusieron la denuncia contra Jonathan. D. C, un hombre de Sitges que aparentó ser un hombre de éxito, se hizo amigo de este grupo y después desapareció con los ahorros de estos jóvenes, un chico y dos chicas.
Los hechos se remontan a 2018 cuando Diego Romero trabajaba en un restaurante de Dalt Vila y conoció a Jonathan que parecía el típico cliente encantador, ha explicado él en IB3. El estafador se ganó su confianza, y la de otras dos amigas del joven, se hicieron amigos y él les hizo creer ,era directivo de un conocido grupo hotelero que estaba disfrutando de una excedencia como secretario judicial en los juzgados de la isla.
En 2020, Diego le contó a Jonathan que había obtenido 75.000 euros tras la venta de la vivienda que compartía con su expareja. En diciembre Jonathan le puso la miel en los labios diciéndole que en el catálogo del juzgado había un piso embargado que se iba a subastar por unos 152.000 euros, al 50% del valor del precio de mercado actual. A su amiga Susana y a una tercera amiga, les embaucó con la misma historia y los tres se embarcaron con ilusión en la compra de una vivienda en Ibiza, una le entregó 10.000 euros y otra 3.000 euros.
El grupo de amigos estaba totalmente engañado por este embaucador que salía con ellos y les contaba maravillas de su vida de negocios haciendo ver que manejaba dinero, influencias y contactos.
Cuando Diego quiso ver la casa, Jonathan le digo que los pisos de embargo no se podían visitar pero que tenía que consignar el 40 % del valor en una cuenta bancaria para conseguir el piso. “En ningún momento se me ocurrió desconfiar. Me pasó un número de cuenta para ingresar los 63.000 euros y me dijo que la vivienda quedaría bloqueada. Hice la transferencia en dos partes porque era mucho dinero, no pregunté demasiado porque encima pensaba que me estaba haciendo un favor porque trabajaba mil horas al día y estaba sacando tiempo para esto”, explica Diego a El País que también informa de su caso.
Durante meses Diego estuvo haciendo un seguimiento de la transacción de la vivienda compartiendo mensajes con Jonathan e incluso le acompañó a encargar muebles para la nueva casa. Pero durante una cena con amigos se empezaron a dar cuenta que podía ser una estafa, Jonathan se había montado una vida falsa para ellos, incluso pagó a un chico para que se hiciera pasar por su novio en algunas de las fiestas que celebraron juntos. Poco a poco fueron descubriendo que no trabajaba ni en el grupo hotelero de Ibiza que había dicho ni tampoco en los juzgados de Ibiza.
Jonathan desapareció por completo con su dinero y dando largas en los mensajes del WhatsApp del grupo, hasta que finalmente en mayo dejó de responder. Diego solo ha podido recuperar 1.800 euros y su compañera cerca de 1.000, la otra chica no ha recuperado nada.
Al parecer no han sido los únicos estafados por este tipo ya que otras personas han contactado con este grupo de amigos para decirles que también han pasado por situaciones parecidas.