El escritor, ensayista, sociolingüista y doctor en Filologia Catalana ibicenco Bernat Joan, colaborador habitual de Noudiari, ha publicado un nuevo ensayo titulado Drets Lingüístics a les Illes Balears, en la colección Càtedra de Drets Lingüístics de la Universitat de València que hace un repaso generalizado de la situación de la lengua catalana en las islas a través de su uso en educación, justicia, administraciones públicas y medios de comunicación, con unas conclusiones no muy optimistas al respecto.
“Donde más incumplimientos manifiestos hay de la Carta Europea de les Llengües Regionals o Minoritàries es en la administración periférica del Estado”, y en este sentido pone el ejemplo de AENA, que se ocupa de la red de aeropuertos: “todavía no ha regularizado los topónimos en nuestra lengua, a pesar de que la Llei de Normalització Lingüistica establece que las únicas formas oficiales son en lengua catalana”.
En lo que respecta a las Administraciones públicas locales y autonómica, “el reconocimiento de los derechos lingüísticos varía notablemente”, dependiendo de la administración de la que se trate.
“Tenemos administraciones donde la implantación de la lengua catalana va haciendo su camino, de manera más o menos aceptable”, afirma, y en este sentido cree que los ayuntamientos encabezan la implementación de esta lengua en la atención la ciudadano.
“Algo de similar se puede decir de la Administración autonómica”, afirma, pero hay un ‘pero’: la Sanidad. “Un decreto del Govern establece que el conocimiento del catalán constituye un requisito para trabajar en este ámbito, y hay sectores que consideran que solo tendría que ser un mérito”, lamenta. Y apunta que, a día de hoy, hay una parte de los profesionales del ámbito sanitario que ejercen en les Illes «sin conocer la lengua catalana».
Mención aparte le merece “la Administración de Justicia, que constituye uno de los agujeros negros del proceso de normalización lingüística”, dice. Así “se trata de una administración que, contrariamente a lo que ha ocurrido en otras, no se ha adaptado al estado autonómico, sino que ha continuado manteniendo una estructura estrictamente unitaria”, afirma.
Esta estructura comporta, por ejemplo, “que un juez pueda ejercer en todo el territorio del Estado español sin tener que conocer ninguna de las lenguas autonómicas”, remarca.
Recuerda que desde el comité de seguimiento de la Carta Europea de les Llengües Regionals o Minoritàries “se ha instado repetidamente el Consejo General del Poder Judicial a respetar los derechos lingüísticos de los ciudadanos del Estado español que no tienen el castellano como primera lengua, o que, sencillamente, opten por otra de las lenguas para dirigirse a la administración de Justicia”. “No ha habido respuesta por parte del CGPJ”, critica.
En lo que se refiere a Educación, el ensayo concluye que es uno de los ámbitos formales donde la lengua catalana se encuentra en una situación mejor «y eso a pesar del retroceso» que supuso, a su juicio, la etapa de gobierno del PP «en la que se pretendió establecer en nuestras islas una educación trilingüe -en catalán, castellano e inglés, de forma más o menos equilibrada». “La realidad fue que bajó el porcentaje de uso de la lengua catalana en la Educación sin que aumentara significativamente el uso del inglés”, apunta.
Mención aparte merecen los medios de comunicación. Valora que los medios públicos, es decir, IB3 TV e IB3 Ràdio “funcionen mayoritariamente en catalán” y también apunta que es bastante mayoritaria en medios privados de televisión. “La presencia del catalán en las radios locales (tipo Ràdio Illa, en Formentera) es más sólida que no en las sucursales de radios de alcance estatal”, analiza.
En lo que respecta a prensa escrita “Toda es en lengua castellana. Solo contamos con un diario digital -Diari de Balears- y con un periódico de fin de semana -Ara Balears- redactados íntegramente en lengua catalana”.
Concluye, pues, que queda «mucho camino para que la lengua catalana tenga una posición mínimamente sólida dentro del ámbito de los medios de comunicación de masas en les Illes Balears».
Sin conselleria de Cultura
En lo que respecta a cultura: “Hace falta incidir en áreas de la cultura donde la lengua catalana ocupa una posición claramente subordinada (cine, videojuegos, etc)”.
“Destacamos, además, que el área de Cultura ha quedado rebajada en el actual Govern de les Illes Balears porque, por primera vez desde la instauración de la Comunitat, no hay una Conselleria de Cultura, sino que esta área ha sido asumida por la Conselleria de la Presidencia. No consideramos que, estructuralmente, sea favorable para la Cultura (y a la lengua dentro de este ámbito) esta nueva distribución”, añade.
En lo que respecta al área de economía y sociedad, “las encuestas realizadas durante los últimos años demuestran que el catalán está más presente en el trato habitual en el comercio de proximidad y menos en las grandes superficies” y “se constata que la lengua catalana está prácticamente ausente del etiquetado de la mayor parte de productos fabricados en Balears”, añade. “En cuanto al etiquetado, habría que retocar la ley que lo regula con el fin de conseguir que la presencia de la lengua catalana sea legalmente obligatoria”, añade en este caso.
“Todavía queda mucho de camino para conseguir el pleno cumplimiento” de los derechos lingüísticos, en Balears, concluye el ensayo. “Tenemos que constatar que, a partir de 2015, se ha producido un cambio de orientación en un sentido favorable al cumplimiento de la Carta, pero que no afecta ni a todos los ámbitos del gobierno autonómico ni parece concernir directamente los ámbitos reguladores del administración periférica del Estado, especialmente de la Administración de Justicia y los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado”, afirma.
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