EFE / Un hombre de 26 años ha admitido este lunes ante la sección segunda de la Audiencia de Palma una condena de 2 años de prisión y 5 de libertad vigilada por abusar durante varios meses de un menor desde que éste tenía 9 años, que era hijo de una amiga íntima de su hermana.
Ante la admisión de los hechos, las acusaciones y la defensa han alcanzado un acuerdo de conformidad, con una petición de condena de 2 años de cárcel. La defensa ha solicitado la suspensión de la condena durante 5 años, condicionada a que el acusado no cometa ningún delito durante ese plazo, a lo que la Fiscalía no se ha opuesto.
Los hechos que ha admitido ante el tribunal ocurrieron entre finales de 2016 y principios de 2017, cuando el acusado trabó amistad con una amiga íntima de su hermana, a cuyo domicilio en Lloseta acudía, y se ofreció a acompañar y a recoger del colegio a sus dos hijos de 8 y 9 años, dado que iban al mismo centro que su sobrina.
El acusado empezó a pasar mucho tiempo con el menor de 9 años y a hacerle regalos de gran valor económico. Según el escrito de la Fiscalía, tras haber conseguido la confianza de la madre y haberse ganado el afecto del menor, aprovechó las ocasiones en las que llevaba al niño a solas a su domicilio para masturbarle y ponerle películas pornográficas, con lo que hizo que el menor adquiriera una conducta sexualizada.
Sospechas de la madre
La madre llegó a sospechar de que el acusado pudiera estar abusando sexualmente de su hijo al apreciar que mantenía conductas extrañas con el menor y se mostraba excesivamente cariñoso con él, así como a raíz de varios comentarios tanto del menor y como del joven, por lo que intentó cortar la relación entre ambos.
Según la Fiscalía, el acusado se negó, tomó una actitud hostil hacia la madre y llegó a quitarle una conexión a internet que anteriormente le había proporcionado, para que le permitiera estar con el menor.
El acusado ha admitido los hechos y se ha conformado con la petición de una condena de 2 años de prisión por abuso sexual a menor de 16 años, así como 5 años de libertad vigilada y de prohibición de comunicarse o acercarse a menos de 300 metros tanto de la madre de la víctima como de sus dos hijos.
Además ha admitido la obligación de residir en su domicilio de Llucmajor durante los 5 años.
También abonará una multa de 450 euros por coacciones leves, así como una indemnización de 3.000 euros al menor por los daños morales causados y se someterá a cursos de formación en materia sexual.