EFE / Un hombre que había sido juzgado por amenazar a su pareja pidió poco antes de que se dictase sentencia un cambio de sexo y de nombre en el Registro Civil de Mahón, pero la jueza se lo denegó al no apreciar una «voluntad» real en su solicitud.
El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Mahón ha condenado al hombre por un delito de amenazas en el ámbito de la violencia de genero a la pena de 40 días de trabajos en beneficio de la comunidad, privación del derecho a la tenencia de armas durante un plazo de 16 meses y le prohíbe acercarse a la víctima en el mismo plazo.
Según recoge la resolución judicial, en plena discusión con su pareja sentimental, con ánimo de amedrentarla, el acusado le dijo «como se te ocurra decírselo a los hijos, te los quito, los pierdes y tendrás consecuencias, y si hace falta te mato, pero a los niños no los ves más».
Antes de la sentencia, el procesado solicitó la rectificación registral de su sexo para constar como mujer en el Registro Civil y con otro nombre, pero la jueza del número 2 y encargada del Registro Civil desestimó su solicitud.
En su resolución, la jueza aprecia que su aspecto externo es genuinamente varonil y «no evidencia signo alguno que le permita entender» la petición, ya que «no resulta razonable pensar que una persona realice todos los trámites para el cambio de mención de sexo cuando únicamente pretende que forme parte de la intimidad familiar más estricta, sin proyección alguna al exterior».
La jueza recuerda, por contra, que «las personas que no se identifican con el sexo biológico de su nacimiento, uno de los primeros pasos que dan en el camino hacia su verdadera identidad es el cambio de nombre y, además, adoptan un comportamiento propio de dicho género en sus relaciones sociales».
Todo ello le «lleva pensar que la voluntad del solicitante al interesar el cambio de la mención registral del sexo permanece oculta y no es acorde con los objetivos que persigue la ley».