@Noudiari/ La historia de Albert Solà Jiménez ha traspasado las páginas del papel couché para colarse en las de política. Este hombre de supuesta sangre real, nacido en Girona en 1956 y criado en Eivissa, acaba de ingresar en las filas de Plataforma per Catalunya (PxC), un partido que basa en el rechazo a la inmigración su programa político.
Según ha declarado el líder de PxC, Josep Anglada, a e-notícies, «si Albert demuestra que es hijo suyo [en referencia a Juan Carlos I] y yo creo en su palabra, sería el primogénito y por lo tanto el heredero a la corona según las leyes de sucesión». Y es que la historia de Albert Solà, uno de los presuntos ‘bastardos reales’ que hay repartidos por el mundo, resulta de lo más intrigante. La madre biológica de Albert lo tuvo en 1956, en una maternidad cuyas enfermeras le arrebataron al niño nada más nacer. Albert, siendo sólo un bebé, fue trasladado a Eivissa donde permaneció hasta los siete años, como recogía Eivissa Confidencial. De la isla viajó de nuevo a Barcelona, donde la familia Solà Jiménez lo adoptó en 1964. Sin embargo, en su partida de nacimiento aparecían las palabras «chupete verde», una expresión que, según los expertos, está reservada a los hijos de los reyes.
Cierto o no, este supuesto hijo de Juan Carlos I de Borbón, un monarca que no está pasando por sus mejores momentos ni personales ni profesionales, y que creció en Eivissa ha pasado a formar parte de un partido con una clara inspiración xenófoba. «Primero estamos los de casa y después los inmigrantes», reza la presentación oficial de esta agrupación, que se convirtió en la sexta fuerza política de Catalunya en los comicios de 2011.