La tasa de mortalidad por suicidio se situó en Baleares un punto por debajo de la media nacional en 2020, cuando se materializaron 87 suicidios en las islas, 71 hombres y 16 mujeres, que son 10 menos que en 2019.
Los datos se han hecho públicos durante el foro virtual «Depresión y suicidio en Baleares», donde se ha presentado el Libro Blanco «Depresión y suicidio 2020. Documento estratégico para la promoción de la Salud Mental», que señala que el coste de la hospitalización por depresión en Baleares es de 5.113 euros por enfermo al año.
En el foro organizado por las sociedades españolas de Psiquiatría (SEP), de Psiquiatría Biológica (SEPB) y la Fundación Española de Psiquiatría y Salud Mental (FEPSM), con el apoyo de Janssen; la jefa del Servicio de Psiquiatría del Hospital de Manacor, Rosa Molina, ha dicho que Baleares es la comunidad en la que más disminuyó el número de suicidios el año pasado.
Según Molina, «la mortalidad por suicidio en el mundo es mayor que la causada por guerras y homicidios, según datos de la Organización Mundial de la Salud, lo que muestra la magnitud del problema», han informado SEP y SEPB en un comunicado.
Perfil de las víctimas
En relación con el perfil del paciente suicida en las Islas Baleares, ha resaltado que «los suicidios en menores de 15 años y los de la edad comprendida entre los 15 y los 25 años han bajado con respecto al año anterior en la comunidad».
«Aunque, – matiza esta experta- también hay que tener en cuenta el incremento en el número de casos en el tramo de edad entre los 85 y los 89 años, convirtiéndose en el grupo más vulnerable».
«En torno a dos millones de personas en España padecerán una depresión en algún momento de su vida», asegura el doctor Miquel Roca, catedrático de Psiquiatría, decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Baleares y uno de los autores del Libro Blanco.
Molina explica que «el 90 % de las personas que consuman un suicidio tienen un problema de salud mental», dato a tener en cuenta a la hora de elaborar las estrategias de prevención y detección precoz necesarias para frenar la actual tendencia al alza de este tipo de trastornos.
Según el informe anual del Sistema Nacional de Salud (SNS), tres de cada 10 personas padecen en España un trastorno mental.
En 2018, se produjeron en Baleares 134 hospitalizaciones a consecuencia de la depresión que, con una media de 13,7 días de ingreso por paciente, supuso ese coste de 5.113 € por paciente.
«Hemos de poner también el foco en el porcentaje de años vividos con discapacidad que esta patología provoca», ha insistido la doctora Molina.
Los casos de depresión, en aumento
Se está produciendo un aumento de los casos de depresión en Baleares, una patología que según la OMS será el principal problema de salud en 2050. «Debemos trabajar en su prevención conociendo los motivos, actuando de manera precoz, colaborando en equipos multidisciplinares y multisectoriales. Asimismo, tenemos que proporcionar a los profesionales las herramientas y formación necesarias para poder realizar un diagnóstico precoz y una atención eficiente de esta enfermedad», concluye la experta.
El coordinador de Salud Mental en Baleares, Oriol Lafau, ha asegurado que «se ha producido un aumento de entre el 12 y el 15 % de derivaciones de consultas de salud mental de Atención Primaria a Especializada, con el consecuente aumento de las listas de espera».
Entre el 40 y el 60% de las consultas de Atención Primaria «tienen que ver con la enfermedad mental, por lo que urge reforzar en este aspecto la puerta de entrada al SNS».
Lafau se ha mostrado esperanzado con la inclusión de la figura del psicólogo clínico en Atención Primaria, algo que la comunidad balear confía en implementar en breve y que «realizará un diagnóstico más certero de la patología mental en Atención Primaria, derivando de manera más controlada qué pacientes requieren de una intervención urgente especializada o cuáles pueden ser tratados por el psicólogo clínico».
Además, «servirá de apoyo al resto de colegas de Atención Primaria, que no tiene una formación tan específica en este tipo de patologías mentales», ha explicado.
La importancia de la prevención
Baleares cuenta desde 2017 con un Observatorio del Suicidio de las Islas Baleares, cuyo propósito, según su coordinadora, Nicole Haber, es «coordinar el proyecto autonómico para la prevención del suicidio, siendo su principal función promover y poner en marcha acciones y medidas que contribuyan a los tres niveles de prevención de la conducta suicida: prevención universal, selectiva e indicada».
Todos los hospitales de la sanidad pública de Baleares tienen equipos de Atención y Prevención del Suicidio (APS) y se ha elaborado una «Guía para la prevención y primer abordaje de la conducta suicida en los centros educativos de les Illes Balears» y un «Protocolo de Actuación que facilita las derivaciones y la coordinación con el APS infantojuvenil, Salud Mental, Atención primaria y los profesionales de la educación».
Se ha puesto en marcha un programa de coordinación, llamado CoorEducaSalutMental, entre la Conselleria de Salut y la Conselleria d’Educació para atender al alumnado con problemas complejos de salud mental y para quien manifieste conductas suicidas.
EFE