La asociación Justicia para la Guardia Civil (Jucil) ha denunciado que la escasez de la plantilla del cuerpo en Baleares está convirtiendo a la comunidad en «un territorio cada vez más inseguro» para los residentes y los turistas.
En un comunicado, el secretario general de la agrupación profesional, Ernesto Vilariño, asegura que «prácticamente ha desaparecido» la capacidad de prevención de la Guardia Civil por la falta de agentes suficientes para adelantarse a los acontecimientos.
«Tener por destino las Islas Baleares es para muchos compañeros que inician su período de prácticas un castigo, una mala suerte que hace que su destino los lleve hasta el lugar de España donde la superpoblación y la escasez de vivienda les exige un objetivo casi milagroso, hallar un lugar digno donde dormir», expone Jucil.
Según los datos de la asociación, en la actualidad hay 1.752 agentes, número que incluye 112 guardias en prácticas llegados en 2021 y 144 incorporados en 2022, «muchos de los cuales se marcharán a otros lugares en cuanto tengan ocasión».
El catálogo de puestos de trabajo prevé que los efectivos radicados en Baleares asciendan a 2.264, por lo que el déficit de guardias civiles sería del 22,6 %, de acuerdo a las cifras de Jucil.
Hay que recordar que ayer mismo otra asociación, la Unificada de Guardias Civiles (AUGC) denunciaba la “absoluta inacción” de la administración para tratar el “gravísimo” problema de acceso a la vivienda en Baleares, sobre todo respecto a los empleados públicos destinados a las islas, como los agentes de la Guardia Civil que se ven “obligados” a vivir en sus vehículos en Ibiza.
La delegación de Baleares de esta entidad explicaba en un comunicado que los agentes destinados en el archipiélago no encuentran alojamiento digno a un precio razonable al que puedan hacer frente con sus retribuciones.
Ante la imposibilidad de encontrar una vivienda asequible donde alojarse en las islas, desde esta asociación lamentan que hay agentes que optan por usar su vehículo particular como vivienda improvisada, sobre todo en Ibiza. una situación que han tildado de “dramática” e “indigna”, al considerar que pone en peligro la salud mental de los funcionarios de la Guardia Civil.
Para esta organización, ello implica que un número indeterminado de agentes puedan terminar afectados por una situación involuntaria e indeseada que les impida desempeñar su trabajo, lo que conllevaría también en una merma de efectivos que podría comprometer la seguridad ciudadana en Baleares.
Desde AUGC han recordado que cada año vienen destinados con carácter forzoso un número variable de agentes, pero “este año la gran mayoría de incorporaciones serán forzosas pues el archipiélago se ha convertido en algo así como un destino de castigo», una apreciación en la que coinciden con Jucil.
“Casi nadie quiere venir voluntariamente y los que llegan forzosos, se marcharán a la mínima oportunidad”, han alertado. La asociación ha advertido de que la situación será crítica en verano, con unos precios de la vivienda que “ya de por sí inasumibles” y que se espera que entrada la temporada estival sean “prohibitivos”. La entidad también ha recordado que la gran mayoría de agentes que vienen forzosos tienen familias a su cargo, de las que en algunos casos debe separarse y costear dos viviendas, lo que conlleva un “brutal” perjuicio económico.
EFE