L. F. A./ José, una de las presuntas víctimas de abusos sexuales de un sacerdote de Ibiza que destapó Noudiari el pasado lunes 8 de marzo, ha decidido dar la cara por primera vez para animar a otras personas a sacar a la luz casos similares.
Lo ha hecho en IB3 en el programa Cinc Dies este miércoles por la tarde y en directo desde Mallorca, donde el joven reside actualmente.
Su testimonio salió a la luz el pasado jueves 11 de marzo y hasta ahora no había mostrado su rostro. En la entrevista asegura que lo ha hecho para que otras personas que pueden estar en una situación similar sepan que no están solas.
Por el momento son cuatro los casos que han salido a la luz y José asegura que al menos otras dos personas se han puesto en contacto con él para contarle los abusos que padecieron por parte del mismo sacerdote, pero que no quieren hacerlo públicamente por el momento.
Por otra parte, este hombre ha explicado hoy a Noudiari que le parece lamentable que 18 días después de salir a la luz que el Arzobispado de Valencia estaba investigando el caso, tanto el Obispado de Ibiza como el propio Arzobispado no hayan transmitido ningún mensaje público que arrope a las víctimas de alguna manera y en el que muestren contundencia con respecto a llegar al fondo del asunto con todas sus consecuencias. «Me parece lamentable y totalmente ilustrativo de cómo pretenden abordar el caso. Tapándolo. Estoy totalmente decepcionado y molesto con esta forma de proceder», afirma a Noudiari.
En la entrevista en IB3, José recuerda que tenía 11 años cuando sucedieron presuntamente los hechos y que ahora tiene 37. Toda la rabia que le provocaron entonces los tocamientos a los que le sometió el cura en la iglesia de San Pablo han salido ahora porque entonces no era más que un niño.
Al conocer el resto de casos y sus circunstancias, José reconoce en ellos las maneras del sacerdorte: «Es el comportamiento típico de un depredador, ya que aprovecha una situación de superioridad para cometer el abuso sobre una víctima desvalida porque es menor de edad o está en una situación de necesidad».
José relata algo que les sucede a muchas personas abusadas: el shock del momento les deja paralizados. Además era un menor cuando fue abusado con lo el impacto y la imposibilidad de procesar qué está sucediendo son todavía mayores.
Recuerda que cuando los tocamientos sucedieron por segunda vez ya se plantó y decidió que no volvería a confesarse a solas con él.
El programa de IB3 contó con la aportación de Beatriz Benavente, psicóloga de la Fundación Rana, que dio algunas claves sobre los sentimientos de culpa y miedo que sufren los menores tras ser abusados: «Hay que dar la confianza a los hijos, a los niños, de que pueden contarnos lo que quieran y de que les creeremos. De ese modo les animamos a que cuenten con nosotros». Benavente relata que se encuentran con muchas víctimas que ahora son adultas a las que no creyeron en el momento de la revelación a sus padres, que minimizaron los hechos o no los tuvieron en cuenta. Esto es gravísimo ya que produce en los niños y niñas un doble trauma: el del abuso en sí mismo, más el de ser considerados mentirosos o ser ninguneados ante algo tan importante y doloroso. A menudo estos casos terminan sin tratar, enterrados y causando profundos traumas.
Mucho ánimo José, eres un valiente por dar la cara y apoyar a las otras víctimas. Espero que se haga justicia por este depredador como tu dices, JUAN SOUZA, porque no tiene otro nombre lo que ha hecho. Espero que la justícia pueda juzgarlo