R. Beltrán/ “De vuelta a casa, vaya timo de vacaciones. Ryanair… Ridículos!!! Nos trataron como animales sin motivo, ni siquiera pudieron darnos una razón de por qué nos echaron. ¡Que les den!”. Con esta frase, Craig Sharp, uno de los escoceses que fueron desalojados del vuelo de Glasgow a Ibiza el pasado día 18 por causar altercados a bordo, describe en su perfil de Facebook lo que vivió junto a sus compañeros y el trato que recibió de la aerolínea.
Esta versión no concuerda con la ofrecida desde la aerolínea de bajo coste, ya que Ryanair asegura que se vieron forzados a aterrizar de emergencia en Beauvais, un aeropuerto situado al norte de Francia, debido a que el mal comportamiento de 14 pasajeros estaba poniendo en peligro el vuelo. Al tocar suelo francés, las autoridades se hicieron cargo de los alborotadores y fueron escoltados hasta la estación más cercana, donde subieron a un tren rumbo a París.
No obstante, este pasajero ha criticado duramente a la compañía por lo que él considera un trato injusto y degradante. “Nos han tratado como a un montón de gamberros borrachos, pero nos hicieron pasar en Beauvais un control de alcoholemia a todos y cada uno de nosotros, y todos pasamos el examen. Incluso podríamos haber conducido un coche”, asegura Sharp para subrayar que su estado etílico y el de sus amigos no era en absoluto alarmante.
«He estado en vuelos a Ibiza que han sido diez veces peores»
“Lo peor es que nos acusaron de estar gritando y bailando, pero he estado en vuelos a Ibiza que han sido diez veces peores”. En palabras de Craig Sharp, la reacción de Ryanair no estaba justificada, aunque la compañía afirma que se vio obligada a realizar un aterrizaje no programado para obligar a abandonar el avión a estos pasajeros.
Dos versiones contradictorias de un mismo hecho. Lo cierto es que esta es la segunda vez que un vuelo de Ryanair protagoniza un suceso similar, debido al mal comportamiento de los pasajeros a bordo. Sharp asegura apesadumbrado en Facebook que no pudo costearse otro billete para viajar a Ibiza, pero las ganas de venir a la isla no se le han ido. Eso sí, seguro que escogerá otra compañía.
No puedo comprender como no hay unas normas, para obligar a los pasajeros a un comportamiento sereno durante un vuelo. He ido en un vuelo de Madrid a Ibiza, donde un grupo de jóvenes se pasaban una botella de whisky a morro, e iban gritando durante todo el vuelo. Me pareció indignante que nadie de la tripulación les dijera nada.
Esto no debería estar permitido. Que pongan normas con sanciones!