Medios de todo el mundo se hicieron eco de los tres días de la boda punk más sonada jamás celebrada en la isla, la que tuvo lugar entre la entonces popular cantante alemana Nina Hagen y el ibicenco Iroqua, de 18 años, 15 menos que la artista e hijo de padres hipiees sudafricanos que en la década de los 70 se asentaron en Ibiza, concretamente en el municipio de Santa Eulària.
Se vieron por primera vez en un concierto en Roma en 1985 y se conocieron un mes más tarde en otro que tuvo lugar en la desaparecida discoteca KU de Sant Rafel. Se enamoraron y decidieron casarse, a su manera, en la playa de Benirràs, en un enlace oficiado bajo una noche de luna llena del mes de agosto de 1987 por el guitarrista de la banda de la reina del punk, ceremonia a la que siguieron tres días de fiesta.
Hubo incluso visita al alcalde de la ciudad de Ibiza con recepción en la sede del Ayuntamiento, que por aquel entonces estaba dirigido por el socialista Enrique Mayans (1935-1995), como se aprecia en el vídeo que acompaña estas líneas. También se organizó un viaje a vela a Formentera en un barco de época con fiesta, alcohol y música a bordo.
El epicentro de la fiesta, sin embargo, estuvo situado en Benirràs, donde una extraña mezcla de punks y hipiees componían el grueso de invitados y disfrutaron en armonía de una juerga épica para la que la cantante compuso incluso una canción y donde la bebida corría en botellas de whisky y vodka, entre otras, que corrían de mano en mano.
En el vídeo que aparece debajo de estas líneas se puede ver un amplio reportaje audiovisual emitido por el programa de TV3 ’30 minuts’ sobre el enlace matrimonial