El Grupo de ciudades Patrimonio de la Humanidad elaborará un estudio para investigar el daño que causan las aglomeraciones de aves sobre sus núcleos históricos, que en el caso de Eivissa se centra en las colonias de palomas. Con este estudio se pretende controlar los lugares de nidificación para evitar la corrosión que estos pájaros ocasionan en los edificios emblemáticos.
Ésta es una de las medidas acordadas hoy durante la constitución en Madrid de la Comisión de Patrimonio y Ciudad, dentro de la reestructuración interna de todo el organismo, en la que ha estado presente la teniente de alcalde de Vila, Lina Sansano. «Donde anidan las palomas siempre hay muchas quejas de los vecinos, además de que son perjudiciales para los edificios», recuerda Sansano.
La elaboración del estudio para controlar la sobrepoblación de aves se sufraga mediante el remanente de la subvención que concedió en 2012 el Ministerio de Cultura, que ascendía a 360 mil euros. Para este año, los recortes limitan esta aportación económica para las acciones centradas en el Patrimonio a 200 mil euros, cuya distribución se empezará a tratar en la primera reunión técnica de esta Comisión, prevista para el próximo 18 de enero.
La Comisión de Patrimonio y Ciudad también ha acordado la creación de un taller de buenas prácticas arqueológicas e impulsar los planes de gestión del urbanismo en los núcleos protegidos por la Unesco, tal y como solicita esta entidad.
Además, dado que «todos los cascos históricos de las Ciudades Patrimonio tienen problemas comunes, como un entramado laberíntico de calles estrechas», se han creado cuatro grupos de trabajo para abordarlos: uno de planes contra incendios, seguridad y emergencias; otro de accesibilidad y movilidad; un tercero de medio ambiente y sostenibilidad, mientras que el último se dedica al patrimonio y urbanismo.