@Noudiari/ Nada mejor que una copa de Casa María del 2010 para acompañar un arròs de matances. Los expertos sumillers de Enotecum recomiendan este excelente caldo de la Tierra de Castilla y León para disfrutar, además, de platos de carne, embutidos y, cómo no, la excelente sobrassada ibicenca.
Se trata de un vino elaborado al cien por cien con uva tempranillo, enriquecido con seis meses de crianza en barricas nuevas compuestas en un 70 por ciento de roble americano y en un 30 por ciento de roble francés. Un tinto para cada día, cuya excelente relación calidad-precio lo ha convertido en una de las apuestas seguras que pueden encontrarse en las vinotecas de Enotecum.
Su color rojo cereza, con ribete granate brillante y atractivo, seduce desde la vista. Al pasar al paladar, inundan sus notas de fruta madura y frutas rojas, con recuerdos de regaliz, vainilla y notas balsámicas. En boca es suave y carnoso, con taninos dulces muy bien aromatizados que lo convierten en un vino sabroso y fresco, a pesar de su sólido cuerpo y estructura.
Casa María es un excelente compañero de mesa para aquellos paladares más exigentes que solicitan un vino con entereza, pero que al mismo tiempo no silencie el resto de sabores del ágape. Un tinto que se ha convertido en un compañero ideal para los platos de invierno, a los que añade la fascinante delicadeza de la fruta madura.