@D.V./ Conocida es la afición de los políticos españoles en recortar, especialmente en el bienestar y los derechos sociales de los colectivos más débiles y vulnerables. Muchos ciudadanos han reclamado a los políticos que “empiecen por recortarse a ellos mismos” y, por el momento, ha aparecido un político (o mejor dicho, político en excedencia) quien se ha tomado esta sugerencia al pie de la letra. Efectivamente, porque el exministro de Trabajo, ex presidente de la Generalitat valenciana y exdiputado del PP y actual ejecutivo de Telefónica, Eduardo Zaplana, ha decidido recortarse… la nariz.
Esta es la conclusión lógica que se extrae de una imagen que se ha sido captada este pasado fin de semana, y en el que Zaplana ha aparecido con una nariz muchísimo más corta de lo habitual. El exministro de Trabajo se ha practicado una rinoplastia y, literalmente, se ha recortado su probóscide prominente y se la ha dejado en una naricita diminuta, redondeada y… impactante.
No es el primer político que decide pasar por el quirófano para darse unos retoques a su aspecto. Recordemos el sorprendente injerto de pelo que se practicó el ex presidente del Congreso de los Diputados, José Bono, o el estiramiento de piel, botox y la liposucción de labios que se realizó la exvicepresidenta del Gobierno, Maria Teresa Fernández de la Vega, más propia de realitys tipo Extreme Makeover que de un político. No obstante, si hay una política que se ha convertido en un símbolo de la reconstrucción facial vía quirófano es la secretaria general del PP de Catalunya, Alicia Sánchez Camacho, absolutamente irreconocible si se la compara con las fotos de juventud ya que se ha puesto pómulos, labios y una generosa ración de botox.
Se calcula que la operación que se ha realizado Eduardo Zaplana puede costar unos 4.000 euros. Auténtica calderilla para un hombre que, en su nuevo cargo en Telefónica, recibe una remuneración de casi un millón de euros al año, cantidad que seguramente es justa y merecida y va acorde a su capacidad de trabajo tras sus años de experiencia en el servicio a la res pública.