@Noudiari/ No, no se trata de una noticia del siglo XVII, sino que se trata de la actualidad más inmediata. El expresidente del Club Deportivo Castellón, el empresario José Laparra, ha sido detenido conjuntamente con otras cuatro personas por asaltar la oficina de una bruja, amenazarla con una arma y saquear su vivienda llevándose 22.500 euros.
Según informa el Diario Levante-El Mercantil Valenciano, el motivo de este asalto fue debido a que la bruja le preparó una pócima de amor para el empresario castellonense con el objetivo, según se deduce, de que éste pudiera arreglar algunos asuntillos de índole personal. Como la supuesta pócima -por la que pagó la friolera de 150.000 euros- no tuvo ningún efecto, el expresidente del Castellón montó en cólera y se dirigió hasta la consulta de la bruja, situada en Magallón (Zaragoza) y, acompañado de cuatro amigos y una microcámara oculta en un botón, intentó que la vidente confesara que la supuesta póxima de amor era una estafa. No obstante, con los nervios y la euforia del momento, el empresario acabó perdiendo los papeles, se sacó una pistola y empezó a saquear la consulta de la bruja, dispuesto a recuperar los 150.000 euros.
La titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Zaragoza ha decidido dejar en libertad a los acusados pero les ha impuesto la obligación de presentarse los días 1 y 15 de cada mes en las dependencias judiciales, y se les ha decretado una orden de alejamiento de 500 metros del domicilio de la bruja.
En cualquier caso, resulta absolutamente enternecedor que todavía haya gente dispuesta a pagar 150.000 años por un filtro de amor. Que quien lo haga sea un poderoso empresario y directivo de fútbol, demuestra claramente la clase de nuevos ricos que generó España durante la burbuja inmobiliaria, este país que expulsa a sus científicos más eminentes. Brujas, millonarios enloquecidos, pistolas y mucho circo. No es una noticia del siglo XVII. Es una fotografía del futuro que nos espera.