EFE / El nivel del mar Mediterráneo tuvo que descender unos 1.200 metros para permitir la llegada de la fauna «myotragus» a Balears, según un trabajo publicado de un equipo de investigadores de la Universidad de les Iles Balears, la de Toulouse y el Imedea.
El trabajo indica que el nivel del mar Mediterráneo tuvo que bajar al menos 1.200 metros para permitir la llegada de la fauna Myotragus a Baleares, durante la denominada crisis de salinidad «Messinian».
La portada de la revista que publica el trabajo reproduce una imagen de los fósiles mallorquines estudiados.
La crisis de salinidad Messinian constituye un acontecimiento excepcional que tuvo lugar en el Mediterráneo hace entre 5,97 y 5,33 millones de años y que se caracterizó por un aislamiento del Atlántico, con la consiguiente evaporación y bajada del nivel del mar, que produjo un nuevo balance hidrológico a consecuencia del cual se depositaron grandes cantidades de evaporitas (sales y yesos) en el fondo, a la vez que tuvo lugar una fuerte erosión de las zonas marginales.
El análisis de la fauna fósil insular del Messiniense-Plioceno de Balears, junto con los datos geosísmicos obtenidos del subsuelo marino, han permitido al grupo de investigadores obtener conclusiones sobre la magnitud de la desecación mínima necesaria para que nuevas faunas terrestres continentales pudieran colonizar el promontorio Balear a finales del Mesiniense.
Dos episodios de faunas insulares diferentes
Los investigadores han identificado dos episodios de faunas insulares diferentes en el registro fósil desde el Mioceno hasta el Cuaternario en Baleares: el primer episodio, la llamada asociación faunística Gymnesicolagus, se relaciona con la regresión del Langui-Serravalliense; y el segundo, de fauna Myotragus, comenzó con la crisis de salinidad Messinian y se extiende durante todo el Plioceno y el Pleistoceno, hasta la llegada de los primeros humanos.
La investigación ha establecido relaciones filogenéticas entre los nuevos mamíferos fósiles descubiertos en las islas y sus parientes continentales Messinian más inmediatos.
Además, la aparición repentina en grupo de esta nueva y variada fauna hacen poco probables llegadas individuales aisladas fortuitas a través del mar.
Conexión terrestre con la Península
También han constatado la presencia de rasgos de evolución insular incipiente (gigantismo, hipsodòncia) en algunos de los nuevos taxones, y que durante los últimos cinco millones de años de aislamiento no se ha incorporado a la fauna fósil balear ninguna nueva especie inmigrante de mamífero terrestre procedente del continente.
Según el estudio, estas evidencias implican necesariamente la existencia de una conexión mediante un corredor terrestre entre las islas y la península Ibérica.