@D.V./ ¿Se imaginan la posibilidad de entrar un bar, pedir un gintonic, y decir: “Te doy 3,50 euros, y si no te salen las cuentas, te lo cobras del erario público”? Pues eso es exactamente lo que acaba de aprobar la Mesa del Congreso de los Diputados, que ha dictado el pliego de condiciones para la concesión de su cafetería. Según publican ElDiario.es y El Confidencial, el acuerdo se publicó el pasado viernes en el Boletín Oficial de las Cortes Generales, y los diputados establecen los precios máximos de las consumiciones de su propio
Si le echamos un vistazo al listado, comprobaremos la gran verdad de ese refrán que afirma que la caridad bien entendida empieza por uno mismo y, en momento de crisis y penuria, sus Señorías han decidido que los precios de la cafetería del Congreso sean ajustaditos. Así, un señor diputado que quiera tomarse un café pagará sólo 0,85 euros, los desayunos se ofrecerán por 1,05 euros y el bocadillo de queso manchego a 1,45 euros. Unos precios muy razonables y que aseguran que ningún diputado muera de hambre y que garantizan que todos puedan llegar a las comisiones parlamentarias con algo caliente en el estómago.
En el caso que les apetezca una bebida más espirituosa después de una larga jornada de trabajo o para celebrar la aprobación de alguna ley favorable al bien común -como algún recorte en dependencia o un abaratamiento del despido- los diputados podrán regarlo con unos combinados a un precio imbatible: así, el gintonic de Larios no podrá costar más 3,45 euros. Si el diputado tiene el paladar más fino y se decanta por el Beefeater, tendrá que rascarse un poco más el bolsillo y pagar 5,05 euros. Los cubalibres se fijan a 3,40 euros y el copazo de Ron Habana Club 5 años a 4,10 euros. Si uno prefiere una copa de vino blanco de la casa, sus señorías pagarán 1,15 euros, aunque la copa de Oporto asciende a 1,75 euros.
Ustedes se dirán que estos precios no son competitivos y que ninguna empresa querrá participar en esta contrata. No se preocupen: la diferencia con el precio real se cubrirá con fondos públicos. En concreto, con 4.287.500 euros más IVA que se pagará a la empresa concesionaria para asegurar que no tenga pérdidas y que pueda rentar con beneficios el espacio. En resumen: que los gintonics de los diputados los pagaremos entre todos.
que se vayan a la mierda, es patetico, bochornoso y vergonzante, esto necesita una evolución no, una revolución