@D.V./ El semanario satírico ‘El Jueves’ no ha podido publicar la portada que tenía prevista para esta semana a causa de una prohibición llegada directamente de la empresa editora, RBA Editores. Así, la dirección de la empresa ha censurado la portada original, del dibujante Manel Fontdevila, en el que se veía al todavía rey Juan Carlos dipositando sobre la cabeza del príncipe Felipe una corona cubierta por excrementos. Este acto de censura ha provocado que la revista haya llegado a los quioscos con un día de retraso, incumpliendo su lema ‘El Jueves, la revista que se publica los miércoles’.
Según informa el diario ARA, el grupo RBA ha comunicado a la dirección del semanario que “a partir de ahora, los chistes sobre la monarquía ya no podrán aparecer en portada”. No obstante, el contenido de la portada prohibida se ha podido conocer ya que días antes se había filtrado en las redes sociales. Al parecer, esta injerencia ha provocado la dimisión de Albert Monteys, mienbro del consejo de redacción de la revista. También podría anunciar su renuncia el dibujante Manel Fontdevila.
Tras este acto de censura, que hace retroceder la libertad de expresión en este país a la época del régimen franquista -más en concreto, a la famosa Ley Fraga de 1966- está RBA Editores, que publica revistas como Lecturas, Semana, El Mueble, Nathional Geographic, Clara o Saber Vivir, y que está dirigida por el empresario Ricardo Rodrigo. Recordamos que en el año 2011, la Fiscalía de Barcelona presentó una querella contra Rodrigo por, presuntamente, haber defraudado 2’3 millones de euros a la Hacienda Pública.
Es lo mismo que pasaba con los chistes sobre la familia Pujol. Que pais!
Pues ya tienen un comprador menos.
LAS 2 SON VERDAD.
1º EL VILIPENDIO DE PABLO IGLESIAS DE PODEMOS.
2º LA MIERDA DE CORONA QUE LE ENTREGA A SU HIJO.
Pues mira tú por donde, no estoy de acuerdo con el artículo. Concretamente cuando dice: (…) “Tras este acto de censura, que hace retroceder la libertad de expresión en este país a la época del régimen franquista…” Esto sería cierto, si quien lo hubiese mandado, fuera el Estado español, cosa que desgraciadamente ha ocurrido en nuestra democracia, concretamente en 1998 con el cierre del diario Egin y su emisora de radio. En 2009 los tribunales les dieron la razón, pero el diario debido al tiempo transcurrido no pudo recuperarse. Pero este no es el caso, esta revista tiene un dueño, que tiene unas ideas, él manda en su revista y punto. El que no está de acuerdo, ya sabe dónde está la puerta. Todo esto es sencillamente normal en el ámbito de una empresa privada. Lo que ha pasado a continuación, también es normal, dadas las circunstancias; los trabajadores que no han querido seguir en estas condiciones, han dimitido. Ya lo dice el refrán: “donde hay capitán, no manda marinero”. Esto pasa en todas las empresas, entiendo que es noticiable porque se trata de una revista de tirada nacional, pero también pasa en cualquier diario de ámbito local (y no hace falta dar nombres, ya nos entendemos), de manera cotidiana, y no pasa nada, claro.
Si parece que hay censura de nuevo en españa es por que nos estamos volviendo mas intolerantes