La aerofobia es más común de lo que parece y se puede llegar a entender con encuestas como ésta de la asociación europea de pilotos Cockpit, divulgada por el dominical alemán ‘Bild am Sonntag’: uno de cada tres pilotos en el viejo continente se quedó dormido alguna vez en la cabina.
Nueve de cada diez confesaron haberse sentido demasiado cansados durante su jornada laboral como para volar, agrega el sondeo realizado entre 6.000 pilotos de Austria, Dinamarca, Francia, Alemania, Países Bajos, Noruega, Suecia y Reino Unido. En Alemania, cuatro de cada cinco revelaron que cometieron errores derivados del cansancio. Un portavoz de la sección alemana de Cockpit dio validez a estas cifras con esta confesión: «Por mi propia experiencia, creo que los resultados son realistas».